(Añade más datos sobre la inflación en EE.UU. e informe de la
Reserva Federal sobre producción industrial)
Washington, 15 ene (EFE).- Los consumidores en Estados Unidos
pagaron un 2,7 por ciento más por los bienes y servicios durante
2009, un aumento provocado especialmente por los combustibles y que
contrasta con la inflación del 0,1 por ciento que hubo un año antes.
El Departamento de Trabajo informó hoy de la evolución de los
precios en diciembre y en el conjunto del 2009, que estuvo marcada
por el encarecimiento en un 50 por ciento de la gasolina.
De hecho, si se excluyen los precios de energía y alimentos, la
inflación subyacente en 2009 fue del 1,8 por ciento.
El ritmo de inflación disminuyó en diciembre cuando, según el
Gobierno, el índice de precios de consumo (IPC) subió un 0,1 por
ciento, después de un incremento del 0,4 por ciento en noviembre. La
inflación subyacente en diciembre fue del 0,1 por ciento.
El aumento del IPC en diciembre fue menor de lo calculado por los
analistas, e indica que la reactivación económica por ahora no ha
estimulado la inflación.
Por su parte, la Reserva Federal informó hoy que la producción
industrial de Estados Unidos aumentó un 0,6 por ciento en diciembre,
el sexto incremento mensual consecutivo.
El clima más frío que lo habitual contribuyó al incremento en
diciembre, cuando la producción de las centrales de electricidad y
gas aumentó un 5,9 por ciento.
La producción de las fábricas bajó un 0,1 por ciento en diciembre
después de un incremento del 0,9 en noviembre, en tanto que la
producción de las minas subió un 0,2 por ciento.
En comparación con diciembre de 2008 la producción industrial de
diciembre pasado fue un 2 por ciento menor.
En todo el 2009, la producción industrial de Estados Unidos cayó
un 9,7 por ciento. Se trata de la disminución más pronunciada desde
1946, cuando fue de un 13,7 por ciento, coincidiendo con el cese de
la II Guerra Mundial.
En la primera mitad del año pasado la producción industrial bajó
a una tasa anualizada del 12,5 por ciento, pero después subió a una
tasa anualizada del 9,6 por ciento.
Combinados los datos del IPC y la producción industrial muestran
que la reactivación económica desde el tercer trimestre -después de
cuatro trimestres de caída del Producto Interior Bruto- se acentuó
en la segunda mitad del año, sin estimular la inflación.
También indican que la Reserva Federal podrá mantener, como ha
prometido, por un período extenso la política monetaria que ha
tenido la tasa de interés de referencia por debajo del 0,25 por
ciento desde diciembre de 2008.
Esta política monetaria generosa se sumó a los otros instrumentos
financieros que la Reserva Federal ha movilizado desde que comenzó
la recesión en diciembre de 2007 y que han volcado más de un billón
de dólares en el sistema económico con garantías de pagarés
comerciales, compras de activos respaldados por hipotecas, y
adquisiciones de bonos del Tesoro.
Algunos analistas han señalado durante varios meses la necesidad
de que la Reserva Federal y el Gobierno retiren gradualmente los
estímulos monetarios con que respondieron a la recesión más profunda
y prolongada en Estados Unidos desde la Gran Depresión de los años
1930.
El presidente de la Reserva Federal de Kansas City, Thomas
Hoenig, dijo el lunes pasado que el banco central estadounidense
debería suspender sus compras de activos respaldados por hipotecas
porque "los mercados están sanando sus heridas".
El martes el presidente de la Reserva Federal de Filadelfia,
Charles Plosser, indicó que la reactivación "puede sustentarse aún
si, eventualmente, se recortan los programas de estímulo monetario y
fiscal".
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que dirige la
política monetaria de Estados Unidos, tiene su próxima reunión el 27
y 28 de enero. EFE