MADRID (Reuters) - El socialista Pedro Sánchez fue proclamado el domingo candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno para las elecciones que se celebrarán a finales de año en España, en un acto en el que se comprometió a liderar un cambio "coherente" en momentos en que la ciudadanía está apostando por nuevas formaciones.
Los militantes del partido ya habían ratificado como candidato a Sánchez esta semana sin necesidad de celebrar primarias, tras conseguir más de 27.000 avales.
"Vamos a liderar el cambio seguro, coherente con nuestros principios socialdemócratas, un cambio que une y en el que se reconozcan la mayoría de españoles", dijo el líder socialista en su discurso ante cientos de invitados celebrado en el Teatro Circo Price de Madrid.
"Son necesarias nuevas formas de valentía", agregó desde el escenario, cuyo fondo estaba presidido por una gran bandera de España.
Sánchez, de 43 años, fue elegido secretario general del partido en julio del año pasado, con la difícil tarea de liderar un cambio que ayudara a reconectar al partido con la ciudadanía tras haber perdido votos de manera sostenida desde la debacle electoral de las elecciones generales de 2011.
Un año después, las encuestas muestran un repunte en los apoyos al PSOE y el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas publicado en mayo lo situó a sólo 1,3 puntos del Partido Popular, que sería la fuerza más votada pero sin la mayoría absoluta obtenida hace cuatro años.
Además, una encuesta publicada el domingo en el diario El País concluyó que el aprecio de los votantes por Sánchez está subiendo y lo ubicó en segunda posición por detrás del líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Sánchez forma parte de una generación de jóvenes políticos que como Rivera y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, van a enfrentarse a Mariano Rajoy en los próximos comicios, que según las encuestas muestran un panorama de fragmentación parlamentaria.
Después de que las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo hayan confirmado el auge de los nuevos partidos Ciudadanos y Podemos y dado pie a la formación de pactos en plazas clave como Madrid, Barcelona y Valencia, Sánchez admitió que los nuevos tiempos obligan al diálogo.
"Los ciudadanos no han sustituido una mayoría absoluta por otra, han apostado por construir gobiernos fuertes desde el diálogo y el acuerdo", dijo el líder socialista.
Podemos y Ciudadanos han capitalizado el rechazo a las medidas de austeridad aplicadas durante la crisis y sobre todo el hastío y desengaño ante una clase política considerada alejada de los ciudadanos.
LUCHA CONTRA EL PARO Y LA CORRUPCIÓN
En la presentación de su 'hoja de ruta' y primer discurso como candidato, Sánchez se comprometió a acabar con desempleo y corrupción, dos de las principales preocupaciones de los españoles según los sondeos.
"En la agenda de la sociedad española sigue habiendo dos problemas que se llevan nuestras fuerzas, dos desafíos que me comprometo a erradicar: el paro y la corrupción", dijo.
Sánchez arremetió contra las políticas de recortes aplicadas por el gobierno del Partido Popular.
"La economía no puede ser ajena a la política y la política no puede ser ajena al bienestar y prosperidad de todos", afirmó. "Como economista, como progresista, reniego de quienes quieren hacernos creer que tenemos que elegir entre economía y bienestar".
Frente al mensaje del "miedo" esgrimido por el PP de que optar por Ciudadanos o Podemos afectará la estabilidad y pondrá en riesgo la mejora de la economía, Sánchez apostó por una "revolución del respeto".
"Necesitamos desterrar de la vida pública el insulto, el miedo, para un tiempo nuevo de respeto", dijo.
Doctor en Economía y profesor en la Universidad Camilo José Cela de Madrid, fue un estrecho colaborador del exministro y exdiputado José Blanco cuando éste fue elegido secretario de organización socialista en 2000 bajo la secretaría general de José Luis Rodríguez Zapatero.
Concejal en dos ocasiones en el Ayuntamiento de Madrid, la marcha del exministro de Economía Pedro Solbes de la política en 2009 le permitió entrar en la Cámara baja, a la que volvió hace dos años año tras la salida de la diputada Cristina Narbona.
Casado y con dos hijas, ha compaginado su labor en política con el sector privado, donde ha desempeñado labores de consultoría internacional, y en el público, trabajando en las Naciones Unidas y el Parlamento Europeo.