Brujas (Bélgica), 22 sep (EFE).- El presidente del Grupo de
Reflexión sobre el futuro de la Unión Europea, Felipe González, ha
advertido hoy de que la recesión puede haber pasado, pero no la
crisis, por lo que ha urgido a los gobernantes del G-20 a acordar ya
reformas.
"Se ha evitado lo peor, que era la recesión mundial, que podía
haber conducido a una depresión, pero la crisis la tenemos enfrente
y por delante", ha dicho el ex presidente del Gobierno español en
una rueda de prensa.
La "buena noticia" es que en el año 1929 "nos fuimos a la
recesión y sólo se salió de ella con una economía de guerra".
Ahora, "hemos evitado una recesión mundial y que se prolongue en
depresión", siempre que se mantengan todavía, ha prevenido, las
políticas activas de estímulo económico.
González ha minimizado, sin nombrarlas, las previsiones que
sitúan a España a la cola de la recuperación entre las grandes
economías europeas.
"¿Que unos van a tardar tres meses más que otros en salir de eso
que se llama recesión? Bueno, pues no es tan significativo ni lo veo
tan dramático", ha apuntado González.
El verdadero problema para todos es "que la crisis sigue por
delante, porque los elementos estructurales no han cambiado, ni en
la economía financiera ni en la economía real".
Esta situación de crisis estructural europea justifica con
creces, en su opinión, los trabajos que ha emprendido el Grupo de
Reflexión que preside, y que ha de analizar, por encargo de los
jefes de estado o gobierno de la UE, los desafíos a los debe hacer
frente Europa en el horizonte 2020-2030.
Algunas de las reformas que hay que hacer habría que haberlas
hecho "anteayer", según González.
"Todos los problemas estructurales de la economía, más los
problemas derivados, de desempleo, de falta de competitividad, para
defender un estado del bienestar sostenible y una política
energética y de cambio climático, todos están por delante".
Y "todos están ligados a la salida de la crisis y a cómo se sale
de ella".
"Ni siquiera ha habido un avance claro hacia un marco regulatorio
europeo", se ha lamentado.
González ha participado hoy en Brujas en una conferencia
organizada por el Comité de Regiones de la UE sobre la
descentralización del poder.
En ella ha defendido que la descentralización "es un proceso
histórico que pone de manifiesto una cierta insuficiencia del
Estado-nación para responder a los desafíos".
El presidente del Grupo de Reflexión ha subrayado la importancia
de mantener la cohesión, "para que el proceso sea de
descentralización y no de centrifugación, con choques de impulsos
más o menos nacionalistas, nuevos o de viejo cuño".
No hay que confundir "descentralizar con centrifugar" el poder,
ha insistido en su comparecencia ante los medios.
Ha asegurado que, durante sus años de gobierno, nunca planteó la
descentralización en términos cuantitativos.
"Para mí, los elementos que definen un buen proceso de
descentralización son cualitativos".
"Si el 70% de competencias que se atribuye al Estado-nación
estuvieran distribuidas entre los niveles regionales y locales, la
estructura general puede ser más flexible y eficiente, si no se
pierde la cohesión. Ésa es la obligación del Estado y de la Unión
Europea".
Ha recordado, por las mismas razones, su oposición a reconocer
autonomía fiscal normativa a las entidades regionales.
"Si estamos defendiendo que en la imposición básica no se
distorsione el mercado interior (europeo), difícilmente podemos
hacer que se desarmonicen esos elementos en el interior de nuestro
territorio".
"Yo estuve en contra de la autonomía normativa en la fiscalidad
básica, porque poner a competir fiscalmente a las Autonomías,
rompiendo algunos elementos básicos del funcionamiento del mercado
interior, me parecía y me parece un disparate". EFE