Por Robin Emmott y Angeliki Koutantou
LUXEMBURGO/ATENAS (Reuters) - El Fondo Monetario Internacional (FMI) destruyó el jueves cualquier esperanza de que Grecia evite una suspensión de pagos si no devuelve un préstamo de 1.600 millones de euros a finales de junio, aumentando la presión sobre el primer ministro izquierdista, Alexis Tsipras, quien no mostró señales de que vaya a ceder a las exigencias de sus acreedores.
Los ministros de Finanzas de la zona euro se reunían en Luxemburgo para una reunión que se ha considerado como la última oportunidad de alcanzar un acuerdo, pero cualquier expectativa de un avance se desvaneció porque Atenas rechazó que el foro fuese el adecuado para discutir nuevas propuestas.
El ministro de Finanzas de Irlanda dijo que cree que cualquier posibilidad de un acuerdo de última hora para evitar una suspensión de pagos de Grecia dependerá de una cumbre de líderes de la Unión Europea de la próxima semana.
En medio del estancamiento, esta semana se aceleró de nuevo la retirada de depósitos en los bancos helenos, con salidas de 3.000 millones de euros entre el lunes y el miércoles, según fuentes bancarias.
Además, Atenas informó de un fuerte descenso del 24 por ciento de los ingresos tributarios en mayo, pero el Gobierno central reportó un superávit presupuestario primario antes del pago de deudas en los cinco primeros meses del año.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, cerró una de las últimas vías de escape de Grecia al asegurar que el país incurrirá en impago con la entidad si no cumple con el pago de junio, descartando las versiones que aseguraban que podría haber alguna flexibilidad.
"Caerá en un impago, habrá un incumplimiento con el FMI el 1 de julio pero espero que este no sea el caso, realmente lo espero", dijo Lagarde a periodistas en Luxemburgo.
"No existe un periodo de gracia o retraso de dos meses, tal como he visto en otras partes", agregó.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que todavía es posible aportar nuevos fondos a Grecia si Atenas muestra la voluntad necesaria. El ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, también se mostró optimista en la reunión en Luxemburgo.
No obstante, Tsipras -que inició una simbólica visita a Rusia en un momento de tensas relaciones entre Moscú y la UE- insistió en que las exigencias de los prestamistas para que se recorten las pensiones empeorarán la crisis.
En una columna de invitados del periódico Der Tagesspiegel de Berlín, Tsipras intentó combatir lo que denominó como el "mito" de que los contribuyentes alemanes están pagando las pensiones y los salarios griegos.
"La insistencia ciega en los recortes (en las pensiones) en un país con una tasa de desempleo del 25 por ciento y donde la mitad de todos los jóvenes están desempleados sólo causará un empeoramiento de la ya dramática situación social", escribió.
Si Grecia incumple sus pagos, podría necesitar controles de capital que podrían acabar provocando su salida de la zona euro o de la misma UE, convirtiéndose en el primer país que abandona el bloque.
Grecia confirmó el miércoles que el Gobierno no tiene el dinero para pagar el préstamo al FMI, el primero de una serie de pagos que debe afrontar a lo largo del verano.
Por su parte, Rusia rechazó las especulaciones de que el presidente Vladimir Putin -enfrentado a Occidente por la crisis de Ucrania- acudiría al rescate de Grecia.
Un viceministro de Finanzas dijo a Reuters que no hubo ninguna petición de dinero por parte de Grecia y que Rusia no tiene recursos para un rescate semejante.
¿SIN DIFERENCIAS GIGANTESCAS?
Antes de la reunión de Luxemburgo, Sapin dijo a los periodistas que había "un foco real hacia la convergencia".
"Quiero descartar esa idea de que hay diferencias gigantescas entre las partes (...) Las diferencias pueden superarse", agregó.
No obstante, el presidente del Eurogrupo de ministros de Finanzas del bloque monetario dejó claro que veía pocas probabilidades de un acuerdo rápido.
"No tengo muchas esperanzas", expresó Jeroen Dijsselbloem en respuesta a una pregunta sobre si el acuerdo podría alcanzarse durante la reunión.
"Tengo un sólo trabajo que hacer hoy y es ver si podemos acercar ese acuerdo con Grecia", agregó.
"Se requieren más medidas del lado griego porque necesitamos un acuerdo sólido. Debe sostenerse, también en los próximos años, y tiene que ser creíble para Grecia y para la zona euro. No estoy seguro si lograremos algún avance", añadió.
Ante la advertencia por parte de los líderes europeos y el Banco Central de Grecia de una posible salida del país, las bolsas europeas cayeron y las griegas (ATG) tocaron un nuevo mínimo de tres años.
En una señal del creciente nerviosismo de muchos griegos por el destino de su país, se convocó una manifestación proeuropea en el centro de Atenas, pidiendo el fin del estancamiento.
El día anterior, hubo una marcha antiausteridad en apoyo al gobierno y contra las políticas establecidas por los acreedores.
"Todavía sigo convencida: Donde hay una voluntad, hay un camino", dijo Merkel, reiterando su mensaje de la semana pasada. "Si los responsables en Grecia pueden reunir la voluntad, un acuerdo (...) todavía es posible".