MADRID (Reuters) - El Gobierno catalán presentó el martes en el Parlament su proyecto de presupuestos para 2017, que incluirá un aumento del gasto social y partidas destinadas a la eventual celebración de un referéndum sobre la independencia en septiembre próximo.
El plan presupuestario, que refleja ingresos por 22.687 millones de euros (un 7,8 por ciento más que en 2016) y gastos por 22.610 millones de euros (un 7,2 por ciento más), inicia un trámite parlamentario que llevará al debate a la totalidad el 20 de diciembre y a la votación definitiva a principios de febrero.
"Seguro que tendremos un debate intenso, en ocasiones apasionante, y esperemos que se concrete en el mejor proyecto posible", dijo el vicepresidente de la Generalitat y consejero de Economía, Oriol Junqueras, en rueda de prensa tras presentar los presupuestos a la cámara regional.
La mayor parte del gasto de una comunidad rica pero muy endeudada irá destinado a salud, enseñanza y asuntos sociales, en un intento de contentar a los independentistas de izquierda de la CUP, aliados de la plataforma soberanista que gobierna en Cataluña desde 2015 y que aún no se han comprometido a respaldar las cuentas públicas.
Además, el presupuesto se dotará de partidas que varios medios cifraron en 5,8 millones de euros destinadas a la celebración de una consulta sobre la independencia, que la Generalitat quiere celebrar en septiembre de 2017 con carácter vinculante.
"¿Dónde está presupuestado el referéndum? Lo que hay es una disposición adicional que expresa el compromiso del Gobierno de dotar de las partidas presupuestarias necesarias para cuando sea. Y lo que hay también son otras partidas para procesos electorales que existen siempre en el presupuesto", dijo Junqueras.
Las cuentas presentadas hoy recogen un aumento del dinero destinado a la Agencia Tributaria de Cataluña, puesta en marcha por el Ejecutivo catalán dentro de la hoja de ruta institucional hacia la consecución de un estado propio.
Tras cerrar reiteradamente por la vía judicial la posibilidad de una consulta a los catalanes sobre su relación con España, el Gobierno español ha dicho que quiere abrir en esta legislatura una vía de diálogo con Cataluña pero adscrita a la legalidad y que respete la unidad del Estado.
La Generalitat catalana -que durante años se ha quejado de que Cataluña aporta al Estado mucho más de lo que recibe a cambio- dice que es tarde para un diálogo, y que ahora sólo aspira a celebrar un referéndum en el que, según uno de sus últimos sondeos oficiales, el "no" a la independencia ganaría por la mínima.