Madrid, 10 nov (EFE).- Las dos jornadas de huelga convocadas para
hoy y mañana en Iberia por el desacuerdo en las negociaciones por el
convenio colectivo entre la aerolínea y los tripulantes de cabina
(TCP) de sus aviones ha obligado a cancelar 368 vuelos que afectan a
unos 40.000 pasajeros.
De este número de trayectos, 121 son de carácter internacional,
doce de ellos de largo recorrido con comunicaciones a Nueva York,
Sao Paulo, Buenos Aires y México.
Las dos jornadas de paro de esta semana se suman a las que se
registraron los pasados 26 y 27 de octubre y que obligaron a
cancelar 400 vuelos.
La convocatoria de los paros la han hecho los sindicatos CTA y
Sitcpla, que solicitan de Iberia un incremento salarial para 2008 y
2009 del 4,138 por ciento, algo a lo que la empresa no accede.
Los sindicatos manifestaron a EFE que se encuentran a la espera
de que Iberia se dirija a ellos para reanudar las negociaciones para
la firma del convenio colectivo, aunque reconocieron que se está en
una situación de espera.
En la jornada de paro de hoy tenían que trabajar más de 1.700
tripulantes de cabina de pasajeros, de los que unos 1.200 debían
cumplir los servicios mínimos establecidos por el Ministerio de
Fomento y, por tanto, más de 500 podían ejercer su derecho de
huelga, según las mismas fuentes.
Mientras fuentes sindicales indicaron que el paro había sido
mayoritariamente seguido por los tripulantes de cabina, un portavoz
de Iberia indicó a EFE que sólo el 5 ciento de los trabajadores
(menos de treinta personas) se habían sumado a la huelga.
Las posturas están enfrentadas ya que la petición de los
tripulantes de cabina presentadas el pasado domingo de solicitar un
incremento salarial del 4,138 por ciento para 2008 y 2009, así como
el ofrecimiento de eliminar las categorías más altas del colectivo,
no han sido escuchadas por la dirección de la compañía.
A juicio de Iberia, los sindicatos que han convocado la huelga
han demostrado un "nulo interés" en buscar soluciones a la situación
y han acusado a los trabajadores de intentar boicotear las
negociaciones.
No obstante, la jornada de hoy que ha supuesto la cancelación de
185 vuelos, se ha desarrollado en la terminal T4 de Barajas
(Madrid), principal centro de operaciones de Iberia, con total
normalidad sin que se haya registrado ningún tipo de incidente.
Así lo ha destacado Víctor Sánchez, director del Servicio a bordo
de Iberia, que ha recalcado que el paro se desarrolla "sin la más
mínima conflictividad" y ha reconocido que la compañía ha cancelado
unos 50 vuelos diarios menos que en las jornadas de huelga de
octubre.
Ello se debe a que "un alto número de tripulantes de cabina nos
ha manifestado su deseo de ejercer su derecho al trabajo" y a la
intención de causar el menor número de inconvenientes a los
viajeros.
Desde México, el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, mostró la
"voluntad de negociar siempre con representantes de los
trabajadores" e indicó que en este caso la "voluntad de negociación
existe".
Iberia ha dispuesto unas condiciones de flexibilidad de sus
tarifas para facilitar cambios a los clientes que tengan que volar
en estos dos días, con reembolsos y cambios de fechas hasta el 30 de
noviembre, y con validez del nuevo billete, en su caso, hasta el 31
de marzo de 2010.
A pesar de ello, las asociaciones de consumidores han animado a
los afectados por la huelga a reclamar.
La Unión de Consumidores-UCE ha animado a los viajeros afectados
a los que les resulte insuficiente el reembolso del billete o una
alternativa de viaje que reclamen indemnizaciones por daños y
perjuicios, mientras que la CECU ha difundido un comunicado
recordando que los afectados tiene derecho a ser atendidos
convenientemente.
La organización turística Exceltur, alianza para la excelencia
turística, ha criticado la huelga por entender que daña la imagen
del turismo español.
Los sindicatos convocantes han trasladado ahora la situación a la
compañía para que negocie y se pueda adoptar una postura que una
criterios, ya que de lo contrario han anunciado que se plantearán la
posibilidad de llevar a cabo nuevos paros en el futuro. EFE
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