Moscú, 15 ene (EFE).- Rusia y Estados Unidos mantendrán la
próxima semana consultas para encontrar una solución a la "guerra
del pollo", en la que Moscú suspendió las importaciones de esa carne
estadounidense, uno de los alimentos básicos de la población rusa.
"El 19 y 20 de enero tenemos previstas consultas bilaterales
sobre la carne de pollo importada de Estados Unidos", anunció hoy
Andréi Nesterenko, portavoz de la cancillería rusa.
Nesterenko explicó que la reunión entre funcionarios de los
departamentos interesados se celebrará a iniciativa de la parte
estadounidense.
"Las demandas rusas tienen un carácter técnico y no pretenden
imponer limitaciones comerciales a los suministradores de producción
seguro y de calidad", apuntó.
El diplomática recordó que las importaciones de carne de pollo
estadounidense suponen casi un 80 por ciento del total y ocupan una
quinta parte del mercado nacional.
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, denunció la víspera que
"varios de nuestros socios, principalmente las compañías
estadounidenses, no muestran por el momento disposición a cumplir
con los estándares sanitarios rusos".
Putin, que ya protagonizó en 2002 una agria batalla comercial con
EEUU por la misma razón, subrayó que esos estándares son los mismos
que rigen en el seno de la Unión Europea.
"Para 2010 estábamos dispuestos a ofrecer a los socios
norteamericanos una cuota de 600.000 toneladas, que es la mayor de
todos los suministradores en el mercado ruso", dijo.
El jefe del Gobierno ruso advirtió de que "si los suministradores
extranjeros no quieren o no pueden cumplir con los requisitos de
seguridad, entonces (Rusia) buscará otras fuentes" de carne de
pollo.
"Y, por supuesto, no hay que buscar aquí ninguna motivación
política. Dios no lo quiera. No hay nada más que economía y
seguridad de los productos alimentarios", matizó.
El 1 de enero entraron en vigor unas nuevas reglas sanitarias que
prohíben la importación de pollo que haya sido tratado con cloro,
practica habitual en Estados Unidos.
"Para los productores rusos la regla es perfectamente asumible.
Si hablamos de las importaciones, la carne de pollo de los países de
la Unión Europea no ha causado problemas", comentó Guennadi
Oníschenko, el jefe sanitario ruso.
Oníschenko considera que la utilización de cloro para el
procesamiento de la carne de pollo es perniciosa para la salud,
especialmente para los niños.
En 2002 las autoridades rusas ya prohibieron durante varias
semanas las importaciones de pollo estadounidense con el argumento
de que las empresas de EEUU empleaban antibióticos y hormonas en la
crianza de las aves.
La carne de pollo estadounidense, particularmente los muslos, es
uno de los componentes más habituales en la dieta de los rusos por
su bajo precio desde la Perestroika, cuando eran conocidos como
"nozhki Busha" (muslos del entonces presidente estadounidense George
Bush). EFE