París, 14 ene (EFE).- El primer ministro francés, François
Fillon, señaló hoy que el Producto Interior Bruto (PIB) de su país
crecerá este año a un ritmo cercano del 1,5%, lo que supondría
duplicar la tasa que había sido la previsión oficial de su Gobierno.
"No estaremos lejos de doblar nuestra última previsión oficial,
que era del 0,75%", destacó en conferencia de prensa Fillon, que
matizó que la situación económica no se ha restablecido
completamente y que hay numerosas incertidumbres.
En cualquier caso, puso el acento en que "Francia ha resistido
mejor el choque de la crisis que sus otros socios europeos y ha
salido más rápido", y también que esos mismos socios han aplicado,
"con unas semanas de retraso", las medidas contra la recesión que
fue poniendo en práctica el Ejecutivo francés, como la prima al
desguace para el automóvil.
El PIB de Francia subió un 0,5% en el cuarto trimestre de 2009,
según la última estimación del Banco de Francia, con lo que fue el
tercero consecutivo de progresión tras los cuatro trimestres que
duró el periodo de recesión.
Fillon reconoció que el "talón de Aquiles" de su país es el paro
y el nivel de endeudamiento, y, a este último respecto, subrayó que
no quiere que Francia llegue a encontrarse "en dificultades como
otros países", en lo que podría ser una alusión en particular a
Grecia, objeto de preocupación en la zona del euro.
Por eso dijo que se va a "seguir conteniendo severamente el gasto
público", y avanzó que en las próximas semanas se celebrará una
conferencia para definir la estrategia que permita a Francia reducir
el nivel de déficit público en el horizonte de 2013 dentro de los
límites fijados por el Tratado de Maastricht.
El jefe del Gobierno agradeció la actitud de los interlocutores
sociales durante la crisis, que ha permitido a su Gobierno actuar
"en un clima social extremadamente responsable", algo que a su
juicio muestra que su enfoque político es "equilibrado".
"Queremos crear las condiciones de un crecimiento sostenible",
afirmó antes de defender el préstamo que va a contraer el Estado
para realizar inversiones de futuro en las que el Estado pondrá
35.000 millones de euros, y que esperan atraer otros 25.000 millones
de inversores privados.
Por otro lado, Fillon advirtió de que se rechazará la proposición
de ley de la oposición socialista para otorgar el derecho de voto de
los extranjeros no comunitarios en las elecciones municipales.
Dio dos argumentos para justificar ese rechazo, el primero que
"el derecho de voto está vinculado a la ciudadanía", es decir, a la
adquisición de la nacionalidad francesa, y el segundo que "esa
propuesta no figuraba" en el programa del presidente francés,
Nicolas Sarkozy, cuando fue elegido en 2007.
El primer ministro reiteró su postura en favor de una ley para
prohibir el velo integral o burka, que debería ir precedida por "una
resolución suficientemente firme" del Parlamento en ese sentido.
"El burka no es bienvenido en el territorio de la República
francesa" y esto "no es una cuestión religiosa, es una cuestión de
dignidad", argumentó antes de señalar que en este asunto "hay que
actuar sin precipitación (...) pero hay que actuar". EFE