París, 14 ene (EFE).- El Gobierno francés redujo drásticamente
las tarifas de compra de la electricidad producida por las placas
solares fotovoltaicas con la intención de atajar la explosión de
demandas de nuevos proyectos en los últimos meses, en los que veía
riesgos de una burbuja especulativa.
El Ministerio francés de Ecología justificó el recorte de las
tarifas subvencionadas porque en noviembre y diciembre había
recibido "un alud de demandas (...) para proyectos no siempre
legítimos", que en el último mes de 2009 sumaban 20.000, en una
declaración publicada hoy por "Le Monde".
En concreto, muchos de ellos correspondían a edificios nuevos
cuyo uso futuro no está muy claro, que "estaban sobredimensionados"
y que "parecían no tener otra razón de ser que aprovecharse de la
súper tarifa", según el Ministerio.
Para hacer frente a ese fenómeno, la nueva parrilla de precios
establece una reducción de casi el 30% para las placas en edificios
de uso agrícola, ganadero, logístico o comercial, a los que se
pagará 50 céntimos de euro por kilovatio hora si son instalaciones
antiguas y 42 céntimos si son nuevos.
El precio será de 58 céntimos de euro (en lugar de 60 hasta
ahora) para los particulares que tienen placas en el tejado de sus
domicilios, los centros sanitarios o de enseñanza construidos desde
al menos hace dos años.
Para los propietarios de los conocidos como huertos solares, se
les abonará 31,4 céntimos de euros por kilovatio hora (32 hasta
ahora), aunque en las regiones con poco sol se añadirá una prima
(hasta 37,68 céntimos) para favorecer las instalaciones y evitar que
se concentren en el sur.
El decreto gubernamental publicado ayer también establece reglas
de cara al futuro: por una parte las tarifas se reducirán a un ritmo
del 10% anual a partir de 2012, y al valor que resulte sólo se
indexará con la inflación en un 20% (un 40% hasta ahora).
Pero la medida más claramente dirigida contra la incipiente
especulación es que se han anulado todos los proyectos presentados
desde el pasado 1 de noviembre, que tendrán que iniciar su
tramitación y atenerse a las nuevas condiciones.
Teniendo en cuenta que la compañía eléctrica estatal EDF vende el
kilovatio hora a sus abonados a 10 céntimos de euro, el sistema de
primas a la energía solar obliga a repercutir la diferencia a los
consumidores.
De acuerdo con los cálculos del Ejecutivo, aceptar las demandas
al ritmo al que llegaban últimamente habría significado un
sobre-coste de unos 2.200 millones de euros anuales en una veintena
de años, con un coste medio de la factura del 10%.
También habría significado que la potencia foto-voltaica en
Francia hubiera sido a los 5.400 megavatios este año, con una decena
de años de anticipación sobre el objetivo inicial. EFE