Guillem Martínez Pujol
Pekín, 14 ene (EFE).- La amenaza de Google de abandonar sus
actividades en China si no se suaviza la censura ha puesto en un
brete al régimen chino, que todavía mantiene un férreo control de
los contenidos a pesar del malestar creciente de los internautas
chinos.
"China da la bienvenida a las compañías internacionales de
internet que quieran hacer negocios en China de acuerdo con la ley",
respondió la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Jiang
Yu, que se dedicó a tirar pelotas fuera cuando le preguntaron por el
órdago del gigante estadounidense.
La ley china es la misma con la que Google aterrizó el año 2000
en el gigante asiático, aunque no fue hasta 2005 cuando recibió la
licencia para abrir google.cn, la versión local que ahora amenaza
con cerrar.
Con la ambición de llegar a los más de 360 millones de
internautas que navegan oficialmente desde China, la compañía
californiana se plegó a las órdenes de Pekín de limitar los enlaces
a temas considerados "delicados", entre los que se incluyen derechos
humanos, disidencia, Tíbet, Xinjiang y los sucesos de la plaza de
Tiananmen en 1989.
Esta limitación en los buscadores, que también aplican los
motores locales como Baidu (con más de un 60 por ciento de cuota de
mercado en China), es una de las herramientas principales de la
"Gran Muralla" de internet, un complejo sistema de control en vivo
de internet desarrollado por el régimen chino.
Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), una de las organizaciones
más beligerantes con las prácticas censoras chinas, en 2009 la
campaña de protección de contenidos terminó con más de 5.000
personas arrestadas y el bloqueo de casi 10.000 páginas web.
"Sólo podemos dar la bienvenida al coraje de los ejecutivos de
Google. Por fin una compañía de internet extranjera ha aceptado sus
responsabilidades para con los internautas chinos y se planta frente
a las autoridades", aseguró RSF en un comunicado.
El caso levantó una polvareda generalizada entre los internautas
chinos, que se debaten entre el orgullo nacionalista crítico con
Google -a quien acusan de ser el mascarón de proa de la influencia
estadounidense- y la petición a las autoridades de flexibilizar la
postura para evitar el aislamiento del resto del mundo.
"Esto no es Google retirándose de China, es China retirándose del
resto del mundo", expone un bloguero anónimo chino, bajo las
iniciales CXZJ.
El alineamiento de la administración Obama, por boca de su
secretaria de Estado, Hillary Clinton, así como la solidaridad de
otras empresas como Yahoo! con la firma estadounidense no hacen sino
aumentar las suspicacias en el país asiático.
De cualquier modo, los expertos no consideran en absoluto falaz
el órdago lanzado por la firma fundada por Larry Page y Sergey Brin
a las autoridades chinas.
"Google ha estado en una situación difícil en China desde hace
tiempo, traicionando su filosofía y, aunque ha generado beneficios,
no han sido tantos como potencialmente podían esperarse", resume a
Efe Mark Natkin, director de la consultora tecnológica Marbridge
Consulting, con sede en Pekín.
Además de los resultados económicos, Google ha visto caer,
víctimas del bloqueo, a apuestas suyas como Youtube o el buscador de
fotografías Imagesearch.
"No me puedo imaginar un escenario en el que el Gobierno chino
rectifique su postura en internet, pero sí me puedo imaginar uno en
el que Google abandone China", concluye Natkin, que apuesta por que
el buscador retire el personal local en China -unos 700 empleados- y
se limite a mantener la versión internacional de su página.
De momento, la sede de Google en Pekín amaneció con decenas de
flores dejadas por los internautas alrededor del logotipo en
solidaridad con la petición de levantar la censura, aunque,
dependiendo de la decisión gubernamental, también podrían
convertirse en un signo de despedida póstuma a las andanzas de la
compañía en China. EFE