Teherán, 22 feb (EFE).- Irán está preparado para hacer frente a
cualquier tipo de sanciones internacionales, incluidas las que se
pudieran imponer a la importación de gasolina, afirmó hoy el
director general para la distribución de productos del Ministerio de
Petróleo, Farid Amerí.
En declaraciones divulgadas por la agencia laboral de noticias
Ilna, el funcionario subrayó que su país ha logrado "almacenar
grandes cantidades de combustible" y señaló que "las refinerías
existentes en Irán pueden producir lo suficiente como para cubrir el
consumo nacional".
"Las reservas de gasolina se han incrementado en mas de mil
millones de litros durante el actual año iraní, que concluye el 20
de marzo,", cantidad que eleva a 2.400 millones de litros
almacenados, afirmó.
Irán está considerado el tercer país del mundo en riquezas
probadas de petróleo y gas, pero tiene una precaria industria de
refinado que le obliga a importar el 40 por ciento de la gasolina
que consume.
El pasado año, reveló que pretendía utilizar las refinerías
petroquímicas para producir alrededor de 14 millones de litros al
día, lo que elevaría la producción diaria a 58,5 millones de litros.
Las grandes potencias occidentales, con Estados Unidos a la
cabeza, acusan a Irán de ocultar, bajo su programa civil, otro de
naturaleza clandestina y aplicaciones bélicas cuyo objetivo sería la
adquisición de armamento nuclear, alegación que Teherán rechaza.
El conflicto se ha agravado en las últimas semanas después de que
el régimen iraní desestimara un acuerdo para intercambiar uranio al
3,5 por ciento por otro enriquecido al 20 por ciento, en las
condiciones que dice necesitarlo para el citado reactor de Teherán.
En abierto desafío a la comunidad internacional, el presidente
iraní, Mahmud Ahmadineyad, ordenó, además, iniciar el
enriquecimiento al 20 por ciento en la central de Natanz.
La decisión ha impulsado a Washington, apoyado por Londres, París
y Berlín entre otras capitales, a retomar con más determinación la
opción de imponer nuevas sanciones al régimen iraní.
Una de las alternativas, ya aprobada por el Congreso
estadounidense, es imponer medidas punitivas a aquellas empresas que
vendan gasolina al régimen de los ayatolá. EFE