Bruselas, 21 sep (EFE).- La Comisión Europea defendió hoy su
actuación en el "caso Intel", que terminó con la imposición a la
compañía estadounidense de una multa de 1.060 millones de euros por
abuso de posición dominante y obstáculos a la competencia, y rechazó
los errores de apreciación de los que le acusa la empresa.
El ejecutivo de la UE publicó hoy numerosos documentos obtenidos
durante la investigación, con los que trata de salir al paso de las
acusaciones de Intel de que la decisión que conllevó la citada
sanción no estaba bien fundamentada y que no respetó su derecho a la
defensa.
La autoridad europea de competencia anunció en mayo la imposición
a Intel de una multa récord, 1.060 millones de euros, por excluir
durante años a sus competidores del mercado de microprocesadores.
La Comisión -que comenzó a investigar tras recibir una denuncia
de AMD, el único rival de Intel en el citado mercado- concluyó que
el fabricante estadounidense llegó a acuerdos con algunos de los
principales productores mundiales de ordenadores -como Dell, Lenovo,
Acer, HP y NEC- que incluían descuentos a condición de que compraran
de forma exclusiva o casi exclusiva a Intel.
Además, Intel efectuó pagos directos a la compañía Media Saturn,
dueña de las cadenas de distribución MediaMarkt y Saturn, a cambio
de que todos los ordenadores vendidos en sus tiendas llevaran
instalados sus microprocesadores.
Intel también hizo pagos directos a algunos fabricantes de
ordenadores para que retrasaran el lanzamiento comercial de aparatos
equipados con procesadores AMD.
En el recurso que ha interpuesto ante el Tribunal de Primera
Instancia de la UE contra la decisión de Bruselas, la empresa señala
que ésta no demuestra que los descuentos ofrecidos perjudicaran a
sus rivales ni que provocaran aumento de las ventas de Intel.
También alega que se vulneró su derecho a la defensa, porque no
se benefició de una segunda audiencia oral para rebatir los
argumentos en su contra y tampoco se incluyeron en el expediente
documentos que solicitó sobre AMD.
Pide, por todo ello, la anulación de la decisión, o al menos la
reducción de la multa.
Para defenderse de las alegaciones de la empresa, el ejecutivo
comunitario difundió hoy una serie de documentos, entre ellos
numerosos mensajes de correo electrónico, así como presentaciones y
declaraciones de otras compañías que colaboraron en la
investigación, que según Bruselas respaldan su planteamiento.
También aseguró que fue incluso más allá de sus obligaciones
legales para garantizar a Intel la posibilidad de defenderse. EFE