Tánger (Marruecos), 20 oct (EFE).- El sector español de las
energías renovables centra estos días su mirada en Marruecos, un
país que ha elevado ese ámbito a la categoría de prioritario en su
estratégica energética nacional.
Atraídas por esa premisa, más de cuarenta empresas españolas
participan desde hoy y hasta el próximo viernes, día 23, en Tánger y
Casablanca en el primer encuentro hispano-marroquí sobre dicha
industria, con el objetivo de evaluar las oportunidades de negocio y
cooperación.
La voluntad marroquí de disminuir la importación de sus
necesidades energéticas, que se eleva al 96 por ciento, ha llevado a
las autoridades a apostar por la diversificación y eficiencia de sus
fuentes de energía, entre las que las renovables juegan un papel
protagonista.
Las más de 3.000 horas solares del país al año, un potencial
eólico global de más de 50.000 megavatios, su disponibilidad de
terrenos y una política gubernamental proactiva le convierten en un
mercado sugestivo para las inversiones, según el consejero de la
Oficina Económica y Comercial española en Rabat, José Manuel Reyero.
Para Luis Pardo, presidente de Mecapisa, fabricante de seguidores
solares de dos ejes con un solo motor, la posibilidad de desembarcar
en Marruecos por la proximidad geográfica y los costes competitivos
de fabricación se aborda además como una puerta de entrada al resto
del mercado africano.
Inconvenientes como la lentitud de los procedimientos
administrativos, una cierta inseguridad jurídica o el peso de la
economía informal son obstáculos que se ven salvables y que a su
juicio, irán desapareciendo a medida que avance el desarrollo del
sector.
"Con ningún miedo" llegan otros como el ingeniero industrial Hugo
Ramos, representante de la consultora energética Unió Ingenieros,
dispuesto a explorar la implantación en un mercado en el que ya se
han atrevido compañías como Endesa y Gamesa.
La interconexión energética entre Marruecos y España, según datos
de la oficina comercial, se remonta a 1997, con dos líneas de 400
kilovatios (KW) y una capacidad total de 1.400 megavatios, y el
proyecto de desarrollar una tercera línea de otros 400 KW.
Y no faltan iniciativas en el país que impulsen a los empresarios
hacia esta región en alza.
El Gobierno marroquí espera que en 2012 el 10 por ciento del
consumo energético y el 18 por ciento de la demanda eléctrica
provenga de las energías renovables, y que con ello se reduzca una
factura energética en la que el petróleo supuso en 2008 el 61,5 por
ciento de los 70.600 millones de dirham (6.255 millones de euros)
invertidos.
Ante la ocasión de invertir, se presentan ante los empresarios,
según Pablo Giménez, encargado de desarrollo de negocio de la
empresa de servicios técnicos de energía solar Fotowatio, dudas
sobre "la necesidad de buscar un socio marroquí, la facilidad de
conseguir proyectos o el apoyo real a las inversiones renovables".
Pero la escasa base con la que parte el país, a juicio del
presidente de la Asociación Española de Productores de Energías
Renovables, José María González, suple con un "potencial enorme"
esas esperadas vicisitudes.
No se obvia la previsión de que en 2030 las energías renovables
equivaldrán a 2,6 millones toneladas al año de combustible fósil y
contribuirán a la creación de 25.000 puestos trabajo, ni tampoco,
que el Ejecutivo haya destinado un presupuesto de 1.000 millones de
dólares para apoyar ese tipo de proyectos. EFE
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