Pekín, 18 ene (EFE).- Pasear por la calle en pijama es una
arraigada costumbre entre los habitantes de Shanghái, que este año
acoge la Exposición Universal 2010, pero campañas publicitarias y
voluntarios intentarán convencer a los locales que visiten el
recinto de que no lo hagan con esa ropa, señaló hoy la organización.
"Intentaremos aumentar las campañas de publicidad para decirle a
la gente que no es apropiado, pero también pedimos tolerancia sobre
este tema" ya que el uso de pijama es casi una tradición local,
subrayó el teniente de alcalde de Shanghái y subdirector del Comité
Organizador de la Expo 2010, Yang Xiong.
Yang expuso que esta costumbre, nacida a finales de los 80 y a
principios de los 90, "está cambiando y ahora menos gente se pasea
en pijama", pero que todavía persiste, por lo que no se descarta ver
a alguien con ese atuendo en el recinto de la que quiere ser la
mayor Expo Universal de la historia.
Según contó el responsable municipal, la costumbre se explica en
que hace unas décadas los habitantes de la ciudad vivían en casas de
una sola habitación, sin baño y muy reducidas (unos cuatro o cinco
metros cuadrados por persona), por lo que no había mucha intimidad
para cambiarse en la vivienda y algunos pasaban en pijama todo el
día, dentro y fuera de casa.
Además, relató Yang, el pijama en los años 80 era una prenda
nueva llegada de Occidente, "símbolo de cierto estatus social, por
lo que algunos al ir con ella fuera de casa incluso presumían de su
buena condición económica".
El teniente de alcalde shanghainés celebró junto a otro miembro
del Comité Organizador, Wang Jinzhen, una conferencia en Pekín para
detallar los preparativos de cara a la Expo 2010, que se celebrará
del 1 de mayo al 31 de octubre en Shanghái y espera atraer a más de
70 millones de personas.
Wang y Yang también subrayaron los esfuerzos de la organización
para intentar que todos los carteles en el recinto ferial estén
escritos en correcto inglés, pese a que en toda China muchas veces
se cometen errores gramaticales o traducciones sui generis, dando
lugar a lo que se conoce como "chinglish".
Wang, no obstante, defendió el "chinglish de Shanghái" como una
forma cultural característica de la ciudad, que tuvo una importante
colonia europea a principios del siglo XX y vuelve a ser una urbe
cosmopolita.
"La gente comienza a aceptar expresiones que provienen del
chinglish, por ejemplo el 'long time no see' ('cuánto tiempo sin
verte')", destacó Wang.
Para reducir el "chinglish" en la Expo 2010, Shanghái ha
contratado a expertos y académicos con el fin de que haya buenas
traducciones de los miles de rótulos y carteles que habrá en la
exposición. EFE