Luxemburgo, 20 oct (EFE).- Los ministros europeos de Economía y
Finanzas decidieron hoy posponer la decisión sobre la ayuda
financiera que necesitan los países en desarrollo para recortar sus
emisiones de dióxido de carbono (CO2) y hacer frente a los efectos
del cambio climático ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo.
"Es un resultado decepcionante", reconoció en rueda de prensa el
ministro de Finanzas sueco, Anders Borg, al término del Consejo de
ministros.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín
Almunia, coincidió con Borg en que "la falta de conclusiones es
decepcionante, pero recalcó que "esto no significa que Europa no
continuará liderando la búsqueda de un acuerdo en Copenhague".
Almunia admitió no obstante que debido a la falta de compromiso
"va a ser difícil" lograr un acuerdo global en diciembre para
sustituir al Protocolo de Kioto, que expira a finales de 2012.
A pesar de las llamadas de atención de Reino Unido y Francia
sobre la necesidad de concretar cifras ante la proximidad de la
cumbre de la ONU -del 8 al 17 de diciembre-, los Veintisiete fueron
incapaces de lograr un consenso.
La principal dificultad fue decidir cuánto debe aportar cada
Estado miembro de la UE a los países en desarrollo.
Polonia introdujo una propuesta junto a otros ocho estados del
Este -Hungría, Rumanía, Eslovaquia, Letonia, Bulgaria, Lituania,
República Checa y Eslovenia- para solicitar que la contribución
nacional a la financiación que necesitan las naciones en desarrollo
entre 2010 y 2012 tuviese carácter voluntario.
Asimismo, sugirieron que la fórmula para calcular la aportación
de cada uno de los Veintisiete a la financiación pública
internacional a partir de 2020 se base en su contribución al Fondo
Europeo de Desarrollo (FED).
Aplicar este mecanismo suponía que los países del Este serían los
grandes beneficiados, ya que en su mayoría contribuyen en sólo un
0,1 por ciento (Polonia, un 1,3%), mientras que Reino Unido y
Alemania aportan un 19 y un 20 por ciento, respectivamente, y España
un 7,9 por ciento.
Los ministros se mostraron reticentes a aceptar este
planteamiento y se limitaron a admitir que la contribución se base
en la renta nacional bruta, algo que al bloque del Este le pareció
insuficiente.
Después de horas de intensas negociaciones, Polonia defendió que
antes de aprobar un mal acuerdo lo mejor era dejar la decisión a los
líderes de la UE que se reúnen en Bruselas la semana que viene, por
lo que bloqueó la aprobación del texto de conclusiones.
Hasta esta mañana, los ministros europeos esperaban poder acordar
al menos tres cifras generales sobre financiación.
Por un lado, según el borrador de las conclusiones que han estado
discutiendo, reconocían que los países en desarrollo necesitan entre
5.000 y 7.000 millones de euros anuales para afrontar el cambio
climático y la reducción de emisiones en el periodo 2010-2012.
El texto también señalaba que las medidas de mitigación y
adaptación al calentamiento global costarán alrededor de 100.000
millones de euros anuales a partir de 2020, de los que entre 22.000
y 50.000 millones procederían de la financiación pública
internacional.
No obstante, la fuerte oposición de varios países, liderados por
Polonia, obligó hoy a retirar todas las cifras del documento excepto
la más global (los 100.000 millones), a pesar de lo cual el texto no
logró el respaldo de los Veintisiete.
La organización ecologista Greenpeace consideró lo ocurrido un
"fiasco" y subrayó en un comunicado que ahora la posibilidad de
fracaso en Copenhague es mucho más real. EFE