París, 6 nov (EFE).- Lafarge tuvo un beneficio de 774 millones de
euros en los nueve primeros meses del año, un 49% menos respecto al
mismo periodo de 2008, anunció hoy el grupo francés de materiales de
construcción, que espera un impacto positivo en sus mercados por la
recuperación económica en la segunda parte de 2010.
El resultado de explotación de Lafarge disminuyó un 29% entre
enero y septiembre con 1.983 millones de euros, mientras la
facturación cayó un 15% con 12.243 millones de euros, anunció hoy la
compañía en un comunicado.
En consecuencia, el margen operativo quedó en el 16,2% del
volumen de negocios, 3,2 puntos menos que en el periodo equivalente
del pasado ejercicio.
Si se aislan las cuentas del tercer trimestre, el resultado neto
se redujo un 38% a 404 millones de euros y el resultado de
explotación un 28% a 852 millones, al tiempo que la cifra de
negocios caía un 20% hasta 4.252 millones.
Entre los elementos positivos visibles en la cuenta de resultados
de enero a septiembre, la empresa generó 1.711 millones de euros de
flujo de caja, lo que significó un alza del 57%, y la deuda neta se
redujo un 18% para quedar en 14.613 millones.
El presidente de Lafarge, Bruno Lafont, puso el acento en que en
el tercer trimestre se han percibido "los primeros signos de
estabilización de la ralentización económica mundial", de forma que
en el segundo semestre del año próximo podría darse "una
recuperación de volúmenes" en los mercados desarrollados.
En cualquier caso, la empresa augura que en el conjunto de 2009
los volúmenes en los mercados en los que opera bajarán entre el 6 y
el 8%, aunque los precios "deberían seguir siendo sólidos, a
excepción de un pequeño número de mercados" y continuará la
disminución de los costos energéticos en este cuarto trimestre.
Más allá de la evolución positiva que debería producirse en la
segunda mitad de 2010, el grupo francés insistió en que la demanda
de cemento en las economías emergentes continuará "estructuralmente
apoyada por las necesidades a largo plazo" vinculadas a la
urbanización, el crecimiento demográfico y las infraestructuras. EFE