París, 24 feb (EFE).- El presidente del comité para la
supervisión financiera en Europa, Jacques de Larosière, señaló hoy
que no percibe riesgo de una segunda oleada de la crisis financiera
ya que aunque haya una "burbuja inmobiliaria" en algunos países
europeos, los sistemas bancarios son sólidos, sobre todo en España.
"Los sistemas bancarios, en particular en España, son muy
sólidos", subrayó Larosière en un acto de la Asociación de
Periodistas Económicos y Financieros (AJEF) en París.
Insistió en que el sistema bancario español es "uno de los
mejores del mundo", tras haber descartado que la situación de
algunos países del sur de Europa puedan desencadenar un segundo
episodio de crisis por la desconfianza de los mercados.
"No lo percibo", respondió al ser interrogado sobre esta cuestión
antes de admitir que "hay una burbuja inmobiliaria en algunos
países".
El antiguo director gerente del Fondo Monetario Internacional,
que ha dado nombre al informe presentado ahora hace un año para una
nueva reglamentación financiera en la Unión Europea, consideró que
el compromiso sobre sus recomendaciones salido del Consejo de
Ministros de los Veintisiete el pasado 3 de diciembre no ha ido
suficientemente lejos en algunos aspectos.
Lamentó en particular que la cuestión de la mediación haya sido
moderada, al abrirse la posibilidad de un recurso al Tribunal de
Justicia de las Comunidades Europeas contra las decisiones de los
comités europeos a los que se pretende dotar de competencias para
establecer una doctrina financiera común de obligado cumplimiento.
Igualmente se refirió al hecho de que en el texto que va a ser
tramitado ahora por el Parlamento Europeo no se haya retenido otra
de sus propuestas, que era la revisión del nuevo sistema de
regulación financiera al cabo de tres años.
En cualquier caso, Larosière se felicitó de que "Europa ha
marcado un avance" con la idea recogida en el consenso de los países
de la UE para la creación de un consejo de riesgos sistémicos "bajo
la égida del Banco Central Europeo" (BCE).
"Es importante que se reaccione ante los riesgos no sólo con la
política monetaria", porque resulta "paradójico" que los bancos
centrales en la situación actual únicamente tengan en el visor de su
acción el nivel de inflación y no, por ejemplo, la evolución del
volumen de crédito que está en el origen de las burbujas
financieras, argumentó.
Larosière recordó que "la regulación financiera tuvo un papel en
el desarrollo de la crisis" ya que precisamente la ausencia de
reglamentación para productos estructurados complejos favoreció un
apalancamiento del crédito.
También habló del "conflicto de intereses" de las agencias de
calificación al dar notas a esos productos estructurados para
entidades que eran sus clientes, y del hecho de que había más
preocupación por la solvencia de los bancos y no por su liquidez,
que fue uno de los problemas centrales de la crisis financiera.
Hizo referencia igualmente al sistema de contabilidad de Basilea,
que favorece la valorización instantánea (y no a largo plazo), lo
que contribuye a la volatilidad. EFE