Madrid, 21 sep (EFE).- España, Irlanda y Grecia cerraron hoy con
éxito sendas subastas de deuda colocando los importes máximos
previstos y, pese a que ofrecieron ligeros aumentos en la
rentabilidad, las respectivas primas de riesgo país se redujeron
inmediatamente después de celebrarse las pujas.
El Tesoro español adjudicó hoy 5.279 millones de euros en letras
a un año y 1.757 en letras a 18 meses -7.036 millones en total-,
superando así el objetivo máximo de captación -7.000 millones-, pero
tuvo que elevar el interés marginal de ambas denominaciones -hasta
el 1,938% desde el 1,899% y al 2,19% desde el 2,15%-, lo que no
ocurría desde el mes de junio.
La puja española, la última de este mes, coincidía con las que
tuvieron lugar hoy en Grecia e Irlanda, sobre la que desde hace unos
días planea la sospecha de que podría tener que recurrir la Unión
Europea o al Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de ayuda.
El Gobierno irlandés adjudicó hoy 1.500 millones de euros en
bonos a cuatro y ocho años, con lo que alcanzó, al igual que España,
el máximo previsto, aunque con rentabilidades mayores que en la
pujas precedentes.
La NTMA irlandesa colocó 1.000 millones de euros en bonos a ocho
años con un interés marginal del 6,023%, por encima del 5,088% de la
puja anterior, y 500 millones de en bonos a cuatro años que se
encarecieron hasta el 4,767% desde el 3,627% de hace cuatro meses.
Por el contrario, en la subasta celebrada en Atenas, de letras a
tres meses, que también alcanzó el importe máximo previsto -390
millones de euros- el Tesoro griego sí pudo permitirse rebajar
ligeramente su rendimiento, desde el 4,05% de julio al 3,975% de
hoy.
La buena acogida de las subastas, pese a las ligeras subidas de
la rentabilidad que tuvieron que ofrecer los gobiernos español e
irlandés, han tenido un efecto inmediato en las primas de riesgo
país de los tres Estados, que se miden con el diferencial entre el
bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo.
El bono español reducía su distancia del alemán desde los 176
puntos básicos de la apertura hasta los 173 de media sesión, en
tanto que el griego pasaba de 908 a 896 y el irlandés, desde 399
puntos básicos a 379.
No obstante, estos resultados no despejan del todo las dudas
sobre las economías de estos países "periféricos" de la zona del
euro, y los analistas consultados por EFE indican que la crisis de
la deuda soberana aún no está cerrada.
España es el país mejor colocado de los tres, según los expertos,
aunque la leve alza de hoy indica que aún persiste cierta
desconfianza, y recuerdan que hace un año el diferencial entre el
bono español y el alemán se encontraba en 50 puntos básicos, que
subieron a 120 a comienzos de año para repuntar hasta 210 en junio.
Las sucesivas revisiones a la baja de la deuda española
practicadas por las agencias de medición de riesgos Standard &
Poor's y Fitch en abril y mayo disparaban a comienzos de verano este
diferencial a máximos de los últimos catorce años.
Sin embargo, en la segunda quincena de julio, la publicación de
los test de resistencia a los que se sometieron las entidades
financieras españolas insufló a los mercados la confianza perdida y,
en todas las subastas celebradas desde entonces, tanto de bonos,
letras y obligaciones, el interés se redujo.
La tercera gran agencia, Moody's, puso el pasado 30 de junio bajo
vigilancia la calificación de la deuda española para una posible
rebaja, por el deterioro de sus perspectivas de crecimiento
económico, a corto y medio plazo, y los retos a los que se enfrenta
el Ejecutivo en sus objetivos fiscales.
Sin embargo, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de
Economía, Elena Salgado, aseguró hace unos días que la deuda
soberana española ha recuperado la confianza de los mercados y
confió en que la agencia Moody's no decida finalmente rebajar la
calificación de la misma. EFE