Céline Aemisegger
Washington, 24 jul (EFE).- Los barcos que luchan contra el
derrame de crudo en el Golfo de México comenzaron hoy a regresar al
área afectada después de que se disipara la amenaza de la depresión
tropical "Bonnie", aunque reanudar los trabajos para sellar
definitivamente el pozo averiado tomará aún entre siete y diez días.
El almirante retirado de la Guardia Costera, que coordina por
parte del Gobierno de EE.UU. la respuesta al vertido, Thad Allen,
señaló en una rueda de prensa que la plataforma que perfora el pozo
auxiliar y los entre 10 y 15 barcos que tuvieron que ser evacuados
el jueves ante la amenaza de la tormenta tropical "Bonnie", ahora
degradada a depresión", comenzaron a regresar este mediodía.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE.UU. afirmó en su
último boletín que "Bonnie" continúa perdiendo fuerza en su curso
por las aguas del Golfo de México al bajar la velocidad de sus
vientos a 45 kilómetros por hora.
También señaló que el fenómeno meteorológico se muestra "menos
organizado" y, por tanto, "no se vaticina un cambio en su intensidad
antes de que el centro llegue esta noche a la costa" norte del Golfo
de México, entre Luisiana y Alabama.
Dos barcos pudieron permanecer en el área del vertido y proseguir
con las mediaciones de presión de "Macondo", el pozo averiado que
fue tapado con una campana de contención hace dos semanas.
El regreso al área del derrame de la plataforma "Development
Driller III" tomará entre 24 y 36 horas y después tiene que
conectarse de nuevo a los conductos para poder reanudar la
perforación, lo que requerirá otras 8 o 12 horas.
Con todo, "si se suma todo, probablemente estaremos entre siete y
diez días hasta que podamos comenzar a interceptar la fuga en el
pozo, después de la llegada de Development Driller III al lugar y
después de que se haya conectado", explicó Allen.
No obstante, mientras se lleven a cabo estas tareas para reanudar
los trabajos en el Golfo de México, se podrá comenzar a preparar la
operación "static kill" (detención estática), con la que BP espera
poder detener la fuga. Eso requerirá entre 3 y 5 días, de acuerdo
con los cálculos aproximados de Allen.
BP, que operaba la plataforma que explotó el 20 de abril y
después se hundió en el Golfo de México, anunció la semana pasada
que se planteaba un nuevo método para sellar el pozo averiado,
mediante la inyección de lodo pesado en la boca de "Macondo" desde
la superficie marina.
La compañía ya había probado a inyectar una mezcla de cemento y
lodo pesado para sellar el pozo, sin éxito, en mayo, y éste sería un
procedimiento similar.
La diferencia es que ahora BP cuenta con una campana de
contención sobre el pozo que por el momento lo mantiene cerrado y
que permitiría a los equipos inyectar la mezcla a baja presión y
baja velocidad, con mayores probabilidades de éxito.
Mientras los barcos regresan a la zona del vertido y reanudan su
labor, BP ha tenido que aceptar una dura crítica del administrador
del fondo de compensación de 20.000 millones de dólares creado por
la petrolera por orden del Gobierno de EE.UU. para indemnizar a los
afectados.
Kenneth Feinberg dijo hoy que la multinacional petrolera está
retrasando el pago a los afectados.
"Me preocupa que BP pueda estar retrasando los reclamos. Sí, BP
está demorando (el pago). Dudo que lo estén retrasando por dinero.
No es eso. Simplemente creo que ellos no saben cómo responder a las
preguntas" de los peticionarios, dijo en una reunión con pescaderos
y otros empresarios en Alabama.
Los afectados por el vertido expresaron su frustración y su
enfado por lo que consideran un proceso lento, complejo y falta de
transparencia para recibir sus indemnizaciones.
Miles de empresarios de los estados costeros del Golfo de México
han visto mermados sus ingresos por el derrame de crudo. EFE