Berlín, 9 nov (EFE).- El nuevo gobierno de centro-derecha de
Angela Merkel aprobó hoy el primer paquete de alivios fiscales, cuyo
volumen comportará a partir del próximo año una rebaja de la carga
tributaria de unos 8.400 millones de euros para familias y empresas.
El proyecto de ley, que será sometido a su primera lectura
parlamentaria el próximo jueves, forma parte de las medidas fiscales
con las que el gobierno pretende impulsar la demanda interna como
instrumento para combatir la crisis.
La "Ley para acelerar el crecimiento", como se ha titulado
oficialmente, contempla aumentar la cuantía desgravable para las
familias con hijos de actualmente 6.024 hasta 7.008 euros,
independientemente del nivel de ingreso de los declarantes.
Además, prevé subir las ayudas por hijo en veinte euros
mensuales: hasta 184 euros para los dos primeros hijos, hasta 190
euros para el tercero y hasta 215 a partir del cuarto.
Con respecto al impuesto de sucesiones, el proyecto contempla
facilitar las herencias empresariales a hermanos y primos, que
recibirán un trato fiscal preferencial similar al que ya tienen
hijos o cónyuges.
La hostelería pasará a disfrutar del tipo reducido en el Impuesto
sobre el Valor Añadido (IVA) y sólo pagará el 7 en lugar del 19 por
ciento.
A medio plazo el gobierno ha acordado en su tratado de coalición
una amplia reforma fiscal que persigue aliviar la carga tributaria
en unos 24.000 millones de euros anuales a partir de 2011.
Los planes de rebajar los impuestos no sólo han sido calificados
de irrealizables por parte de expertos económicos, sino que han
cosechado también críticas entre los barones regionales de la Unión
Cristianodemócrata (CDU) de la canciller.
Los "Länder" temen que tendrán que asumir la mayor parte de la
carga que supondrán las rebajas para las arcas públicas.
El nuevo ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha intentado
quitar hierro al asunto y ha prometido a los estados federados que
el Estado y los Länder se repartirán las cargas a partes casi
iguales, 4.500 millones de euros el Estado y el resto entre las
regiones.
Schäuble cree que es factible compaginar la carga financiera que
supondrá la ley para el erario público con el compromiso de evitar
que el endeudamiento se dispare más allá de los 86.000 millones de
euros -cifra de por sí récord- en 2010.
Es un objetivo "ambicioso, pero realizable", subrayó.
Las críticas del socio mayoritario hacia el proyecto sellado por
cristianodemócratas, socialcristianos y liberales -a instancias de
los dos últimos partidos- se hicieron patentes apenas unos días
después de firmarse la coalición.
Las reservas afectan fundamentalmente al plan de hacer una
ambiciosa reforma fiscal a partir de 2011.
Ahora Merkel ha optado por aplazar el debate y ha decidido
convocar para mediados del próximo año una comisión de expertos que
deberá estudiar la viabilidad de este proyecto.
Los liberales quieren introducir un sistema de tipos escalonado
más sencillo que el actual, que es lineal progresivo.
En el Partido Liberal (FDP) se ha empezado a formar una protesta
contra lo que temen que sea una estrategia de dilación por parte del
socio mayor.
El vicepresidente del FDP Andreas Pinkwart, calificó la decisión
de montar una comisión de "maniobra evidente".
En declaraciones al diario "Handelsblatt" Pinkwart afirmó que
traspasar a una comisión cuestiones sobre la que se ha tomado una
decisión de principio, es "cuestionar el acuerdo de coalición en uno
de sus puntos centrales". EFE