Lisboa, 22 sep (EFE).- Portugal colocó hoy 750 millones de deuda
pública en el mercado internacional, pero tuvo que pagar intereses
más elevados por la desconfianza de los inversores ante la crisis
económica del país.
El Tesoro emitió 300 millones de euros en obligaciones a diez
años, que fueron suscritas con un interés del 6,24 por ciento,
frente al 5,31 de la subasta similar realizada hace un mes.
En la otra emisión a cuatro años colocó 450 millones de euros a
un interés medio del 4,69 por ciento, más de un punto por encima del
3,62 en la anterior colocación de estas características hace dos
meses.
Aunque la demanda superó casi cinco veces a la oferta, Portugal
optó por colocar sólo el mínimo anunciado para la emisión, 750
millones, aunque podía haber llegado a mil millones.
Las subastas de hoy registraron también un aumento de intereses
en relación a la del pasado día 8, que en el caso de las
obligaciones a diez años tuvieron un interés medio de 5,97 por
ciento.
Varios analistas coincidieron en los medios especializados en que
la subasta de hoy muestra que los mercados mantienen la desconfianza
hacia la recuperación de la crisis y la reducción del déficit fiscal
portugués.
El pasado lunes, los intereses exigidos por los inversores para
comprar obligaciones lusas a diez años alcanzaron los máximos de
esta década, con un 6,42 por ciento, que rebasó holgadamente el
anterior repunte del 7 de mayo con el 6,28%.
El diferencial del bono portugués con el alemán rondó además ese
día 400 puntos básicos, aunque hoy la distancia fluctuó en torno a
380 puntos.
La oposición conservadora portuguesa ha relacionado esta semana
la persistente desconfianza hacia la economía nacional con una falta
de eficacia de la política económica del Gobierno socialista de José
Sócrates, quien a su vez reafirmó el lunes el compromiso de reducir
drásticamente el déficit fiscal, situado en 2009 en un 9,4% del
producto interior bruto.
Portugal aspira a bajar el desequilibrio presupuestario hasta el
7,3% del PIB a finales de este año y bajarlo de forma progresiva en
los ejercicios siguientes hasta llegar al 2,8% del PIB en 2013, por
debajo del límite del 3% fijado por Bruselas.
Entre otras medidas para conseguir ese objetivo este año,
Portugal ha reducido las inversiones públicas, el gasto de la
Administración, de los funcionarios y las empresas estatales y ha
aumentado los impuestos y aumentado los peajes en las autopistas.
EFE