Washington, 21 abr (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama,
aseguró hoy que la Comisión de Valores (SEC) no notificó "en
absoluto" a la Casa Blanca de su decisión de acusar de fraude al
banco de inversión Goldman Sachs.
La SEC "es una entidad absolutamente independiente, sobre la que
no tenemos ningún control, y ellos no abordaron con nosotros lo que
pensaban hacer" antes de presentar las acusaciones contra el banco,
aseguró el mandatario en una entrevista concedida al canal de
televisión de información económica CNBC.
Según Obama, los funcionarios de la Casa Blanca se enteraron "por
la televisión" del anuncio de la SEC.
El anuncio se produjo cuando la Casa Blanca intenta sacar
adelante una ley para la reforma del sistema de regulación
financiero.
La demanda, que ha desatado una ola de enfado entre el público
contra la banca en Wall Street, ha fortalecido los argumentos de la
Administración en favor de la reforma, que asegura que impedirá que
se repita una crisis financiera como la estallada en septiembre de
2008.
La SEC acusó formalmente el pasado día 16 a Goldman Sachs de
fraude por ocultar información de un producto que vendió vinculado
al derrumbe hipotecario.
La acusación que se ha formulado contra la entidad es de haber
defraudado a los inversores, con la "distorsión y omisión de
información clave" acerca de un producto financiero vinculado a las
hipotecas de alto riesgo, o subprime.
Goldman Sachs creó y vendió este producto en un momento en que el
sector inmobiliario comenzaba a derrumbarse.
El producto, denominado en la jerga financiera un CDO
(collateralized debt obligation), era en realidad un producto cuya
rentabilidad estaba vinculada directamente a la evolución del
mercado de las hipotecas subprime.
Goldman Sachs, según la SEC, "falló" al no dar a conocer a los
inversores información vital sobre el CDO, y en concreto, sobre el
papel que estaba jugando un gran fondo de inversión en esta trama.
La SEC explicó que el fondo de inversión Paulson & Co fue
contratado para estructurar este producto y, por tanto, seleccionaba
qué inversiones debían realizarse. Por otro lado, invertía apostando
a corto plazo en contra de la evolución del mercado hipotecario.
Goldman Sachs nunca informó de este conflicto de intereses -del
que era consciente su vicepresidente Fabrice Tourré, nombrado
específicamente en la acusación- a los clientes a los que vendió el
CDO, y que ahora dicen haber perdido unos 1.000 millones de dólares.
EFE