Por Julio Sánchez Onofre
Investing.com - El peso mexicano navegó en aguas agitadas al inicio del segundo semestre del 2023.
Durante la primera semana de julio, la divisa nacional vivió un episodio de alta volatilidad: el tipo de cambio perforó el piso de las 17.00 unidades, cuando el precio del dólar tocó un mínimo de 16.98 unidades, nivel no visto desde diciembre de 2015, pero llegó a rebotar hasta los 17.40 tras darse a conocer las minutas del Banco de México (Banxico), el reporte de inflación de junio y la cifra de empleos no agrícolas en Estados Unidos.
“Esto puede ser un preludio de otro episodio de volatilidad durante el 25 y 26 de julio, fecha de la próxima reunión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed)”, advirtieron Alejandra Marcos y Luis Valdez Villalba, analistas de Intercam Banco en un reporte.
Pero al inicio de la segunda semana de julio, las aguas parecen calmarse, con el precio del dólar retomando su camino bajista. Rumbo al cierre de la sesión de este lunes, la moneda estadounidense se negociaba en 17.05 pesos, llevando a la divisa nacional a una apreciación de 0.48%.
En Intercam Banco destacaron que la moneda mexicana imprimió una apreciación mensual de 3.29%, la segunda mayor en el año detrás del 3.51% de enero, con la cual logró hilar seis meses consecutivos de ganancias para el peso.
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La principal razón de la apreciación del peso, explicaron, obedece a los flujos de dólares que ingresan del exterior, que indican una sobreoferta de dólares en el país y la preferencia de los inversionistas para invertir en la divisa mexicana, que es la más líquida de América Latina. Además se encuentra el factor de diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos, en 600 puntos base, que se encuentra por encima del promedio de la última década.
“En el corto plazo, es posible que el peso se siga apreciando, ya que los inversionistas a nivel internacional quieren seguir aprovechando los rendimientos que la divisa puede otorgar. En el corto plazo, la publicación de la inflación de junio en Estados Unidos y la expectativa sobre la política monetaria de la Fed se espera sean los principales determinantes de los movimientos en la paridad cambiaria”, explicó Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
La analista proyecta que el tipo de cambio incluso podría bajar en el corto plazo hasta los 16.74 pesos por dólar si es que no hay se registran episodios que generen aversión al riesgo global, o factores que causen temores sobre México.
Pero hacia finales del año, la apreciación podría verse interrumpida debido a una moderación en los flujos de entrada de divisas y la reducción en el diferencial de tasas si se cumplen las previsiones de que la Fed subirá más las tasas mientras Banxico la mantiene sin cambios durante un periodo prolongado.
“No descartamos que el dólar trate de romper de nueva cuenta la barrera de los 17 pesos en el corto plazo, sin embargo, de mayor plazo existen varios riesgos que pudieran originar una moderada depreciación de nuestra moneda, más aún hacia finales del año”, señalaron Alejandra Marcos y Luis Valdez Villalba, de Intercam Banco.
Desde Banco Base proyectan un tipo de cambio alrededor de 17.30 pesos por dólar a finales del 2023, ante toma de utilidades y ajustes de posiciones de inversión en anticipación a las elecciones de 2024 en México y Estados Unidos.
Pero pasando las elecciones presidenciales en México, que se llevarán a cabo el 2 de junio de 2024, el precio del dólar podría bajar nuevamente de las 17.00 unidades.
De acuerdo con las proyecciones de la Dirección de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, en el tercer y cuarto trimestre del 2024, la paridad peso-dólar llegaría a promediar en 16.40 unidades.
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Descartan riesgos por elecciones
Rumbo al proceso electoral del próximo año tanto en México como en Estados Unidos, diversas instituciones han descartado, por el momento, factores o alguna incertidumbre extraordinaria que pudiera poner en riesgo las inversiones en el país.
"En la medida en que México continúe con su política fiscal moderada, con su apertura comercial, con su independencia del banco central, tiene los fundamentales para que en el largo plazo siga captando inversiones y crecer", dijo Cecilia Jiménez, directora ejecutiva en México de Santander (BME:SAN) Asset Management, a la agencia EFE.
Una postura similar fue compartida días atrás por director general de BlackRock (NYSE:BLK) México, Sergio Méndez.
“El apetito que se ve por México en los inversionistas internacionales, de todo tipo, vemos que realmente es algo importante. Una de las grandes fortalezas del país es el ahorro interno, y comparado frente a otras crisis, hoy el panorama es diferente”, comentó.