París, 22 oct (EFE).- Suiza, Alemania, España y Bélgica son por
este orden los países de la OCDE en los que la administración
central tiene un peso relativo más bajo en el gasto público, en
todos ellos por debajo del 25%, según un estudio presentado hoy.
En Suiza, el Gobierno federal supone un 15% del gasto, mientras
en Alemania representa algo menos del 20% y en España y Bélgica la
Administración central supone poco menos del 25% del gasto, según
los datos de 2006 publicados en la primera edición del "Panorama del
Gobierno" de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE).
En el extremo opuesto, en Nueva Zelanda, rozaba el 90%, en el
Reino Unido se situaba en torno al 70%, e Irlanda y Noruega estaban
ligeramente por debajo de ese umbral, mientras la media de la OCDE
se situaba en poco más del 40%.
La Seguridad Social y los municipios representaban en los 27
países para los que hay datos un 25% del gasto público cada uno, y
las administraciones regionales (o estados, en los casos de Estados
federales) el 10% restante.
Este último mostraba una gran variabilidad de un país a otro, ya
que mientras en Estados Unidos representaba el 50%, en Canadá en
torno al 45%, en España y en Suiza alrededor del 35%, la cifra se
reducía a 0 en países como Nueva Zelanda, Reino Unido, Irlanda,
Noruega o la República Checa.
En términos de empleo, España figuraba en el grupo de los que
tenían un menor porcentaje de empleo público en la Administración
central en 2005 (ligeramente por debajo del 20% del total), y sólo
estaban por debajo Bélgica, Alemania, Japón, Suecia, Canadá, Estados
Unidos y Australia.
La peculiaridad española consiste en ser el Estado donde ese
porcentaje más había disminuido desde 1995 (en favor de las
administraciones autonómicas y locales), cuando era superior al 30%.
La feminización del empleo público en España se situaba en torno
a la media del que se conoce como el "Club de los países
desarrollados", con prácticamente el 50% de los puestos de trabajo
ocupados por mujeres en el Gobierno central y una menor
representación en las posiciones de responsabilidad (justo por
encima del 30%).
Grecia, Canadá, Nueva Zelanda y México eran los únicos Estados en
los que las mujeres representaban entre el 35 y el 40% de esos
puestos de responsabilidad, mientras en Japón, Corea del Sur y Suiza
no llegaban al 10%.
España era igualmente uno de los países en 2005 con la población
de empleados públicos más envejecida, con un 35% de mayores de 50
años en la Administración central, cifra únicamente superada por
Noruega, Estados Unidos, Suecia y Finlandia, donde incluso se
superaba el 40%.
Los autores del estudio evalúan el grado de preparación de la
Administración electrónica y sitúan a España, con una nota de poco
más de 0,70 puntos (sobre 1 de máximo), ligeramente por debajo de la
media de la OCDE, pero lejos de los países más eficientes, que son
Suecia, Dinamarca, Noruega, Estados Unidos y Holanda.
Sin embargo, España sale mejor parada, y se sitúa claramente por
encima de la media, cuando se valora la sofisticación de los
servicios de la administración electrónica y la disponibilidad de
ese tipo de servicios, cuestiones en las que Austria, Portugal y el
Reino Unido obtienen el mayor nivel de excelencia.
El gasto público español era en 2006, con el 40% del Producto
Interior Bruto (PIB), inferior al de la OCDE como conjunto (42%),
lejos del de los países nórdicos que superaban el 50%, y de Francia
que se colocaba justo en ese umbral.
En la parte baja de la tabla, México quedaba descolgado con poco
más del 20% y Turquía con el 30%.
Sin embargo, el gasto público anual por habitante había aumentado
en España (casi un 3% anual en términos reales) más de la media de
la OCDE (2% anual) en el periodo 2000-2006.
Los mayores incrementos se registraron en Corea del Sur (6,7%
anual), en la República Checa (5,7%) y en Islandia (4,7%), al tiempo
que en Alemania se mantuvo estancado y los ascensos fueron
inferiores al 1% en Canadá, Estados Unidos, Suiza, Austria e Italia.
EFE