Nueva York, 21 sep (EFE).- El jefe del Ejecutivo español, José
Luis Rodríguez Zapatero, presentó hoy a varios de los principales
inversores institucionales de EEUU las decisiones "difíciles y
complicadas" tomadas por su Gobierno como muestra de su "firme
determinación" de hacer una economía competitiva.
En su segunda jornada en Nueva York, Zapatero compartió un
desayuno de trabajo con los máximos representantes de bancos, fondos
de inversión y aseguradoras como Soros, Citigroup, Morgan Stanley,
Goldman Sachs, Prudential, Metlife o Blackrock, ante quienes situó a
España en "el inicio de la recuperación".
Zapatero les reconoció que el Gobierno ha tenido que afrontar una
etapa de decisión difíciles para que el conjunto de los actores
económicos, los inversores y los mercados valoren su determinación
de lograr que el proceso de expansión vivido por la economía
española en el pasado sea "el futuro inmediato" y permita volver a
crear empleo.
El objetivo del encuentro, según el mismo explicó a los
ejecutivos estadounidenses, era presentar la evolución de la
economía española y de la zona euro, caracterizada, dijo, por "el
inicio de la recuperación y la vuelta a la estabilidad financiera
tras la crisis de la deuda soberana de mayo y junio".
Flanqueado por su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos,
y por el director de su Oficina Económica, Javier Vallés, presentó
el "amplio" capítulo de reformas emprendido para ganar
competitividad y superar los desequilibrios acumulados en el periodo
de ciclo expansivo vivido por España en los últimos quince años.
Entre los puntos positivos de la economía española, destacó el
nivel "razonable" en el que se sitúa la deuda pública, veinte puntos
por debajo de la media europea
Pero admitió que el déficit alcanzó cifras "muy altas" a finales
del año pasado (más del 11 por ciento del PIB) y lo atribuyó a los
estímulos fiscales puestos en marcha para contrarrestar la grave
crisis económica derivada de la crisis financiera, "especialmente
por la quiebra de determinadas instituciones en Estados Unidos y
Europa".
Zapatero dejó claro que el proceso de gasto público y estímulos
fiscales se ha terminado y que España ha emprendido un "ambicioso"
plan de reducción del déficit para situarlo en 2011 en el 6 por
ciento del PIB y en 2013 en el 3 por ciento.
Para lograrlo, explicó, el Gobierno ha apostado por reducir
básicamente el gasto estructural, con una rebaja de los salarios
públicos del 5 por ciento -"no ha sido fácil", reconoció- y la
reducción de la inversión pública en infraestructuras, aunque el
país, precisó, estaba muy por encima de la media en la europa
respecto al PIB en este capítulo.
Citó también la congelación de la revalorización de las pensiones
para el próximo año y cómo, pensando en el medio y largo plazo, el
país se encuentra en pleno debate para reformar el sistema de
pensiones y retrasar la edad de jubilación.
El sistema, dijo, "goza de buena salud", pero es necesario
"preservarlo y conservarlo" y ser conscientes de que la evolución
demográfica en la próxima década hará que las pensiones ejerzan una
fuerte presión sobre el conjunto de los recursos públicos.
Junto a estas reformas, el presidente del Gobierno recordó
también cómo para responder al momento más agudo de la crisis de la
deuda España propuso y la UE aceptó hacer públicos los test de
resistencia a los que se sometieron las entidades financieras.
España, según apuntó, dio a conocer los resultados del 95 por
ciento de sus entidades, y ello se convirtió en la mejor prueba de
la solvencia del sistema".
En el marco de la UE, Zapatero destacó los cambios y las reformas
en el gobierno económico europeo que "van a fortalecer el euro" y
las exigencias de control de los déficit públicos para abordar los
desequilibrios macroeconómicos.
En la UE, resumió, se va a abrir camino a una mayor disciplina y
exigencia.
A la reunión, celebrada en la residencia del embajador española
ente la ONU, asistieron también los máximos responsables de Paulson
and Co., Bridgewater Associates, Travelers, Wellington Management
Co., KKR y TIAA Cref. EFE