Nueva York, 21 sep (EFE).- El jefe del Ejecutivo español, José
Luis Rodríguez Zapatero, presentó hoy a varios de los principales
inversores institucionales de EEUU las decisiones "difíciles y
complicadas" tomadas por su Gobierno como muestra de su "firme
determinación" de lograr una economía competitiva.
En su segunda jornada en Nueva York, Zapatero compartió un
desayuno de trabajo con los máximos responsables de bancos, fondos
de inversión y aseguradoras como Soros, Citigroup, Morgan Stanley,
Goldman Sachs, Prudential, Metlife o Blackrock o Paulson and Co.,
algunos de los cuales tuvieron un destacado papel en la reciente
crisis de las deudas soberanas en Europa.
Ante ellos, Zapatero recordó la evolución de la crisis financiera
hacia una crisis económica y su impacto posterior en la deuda
soberana debido a comportamientos especulativos, pero, según
apuntaron fuentes del Gobierno, los ejecutivos no recogieron el
guante y la conversación, de dos horas, tuvo un tono "sosegado" y
sin críticas.
Zapatero, según estas fuentes, "hizo sus deberes" en este
encuentro preparado por el Tesoro español, en la que los inversores
se interesaron por el mercado de las infraestructuras, el sector de
las energías renovables, la reforma laboral y la evolución de la
deuda.
Tras esta reunión, mantuvo un encuentro privado con un pequeño
grupo de estos inversores, del que no trascendieron detalles, y se
entrevistó con el consejo editorial "The Wall Street Journal", una
cita interesante, según las fuentes del Gobierno, por el carácter
crítico y neoliberal del diario.
En la agenda se incluyó también un encuentro con Paul Volcker, ex
presidente de la Reserva Federal y asesor especial del presidente
estadounidense, Barack Obama.
Zapatero reconoció ante los inversores que el Gobierno ha tenido
que afrontar decisión difíciles para que ellos y los mercados
valoren su determinación de lograr que el proceso de expansión
vivido por la economía española en el pasado sea "el futuro
inmediato" y permita volver a crear empleo.
Según explicó, la situación en España y la zona euro se
caracteriza ahora por "el inicio de la recuperación y la vuelta a la
estabilidad financiera", tras la crisis de la deuda soberana de mayo
y junio.
Flanqueado por su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos,
y por el director de su Oficina Económica, Javier Vallés, presentó
el "amplio" capítulo de reformas emprendido para superar los
desequilibrios acumulados en el ciclo expansivo vivido por España en
los últimos quince años.
Entre los puntos positivos, destacó el nivel "razonable" en el
que se sitúa la deuda pública, veinte puntos por debajo de la media
europea, pero no ocultó que el déficit alcanzó cifras "muy altas" a
finales del año pasado (más del 11 por ciento del PIB).
Vinculó ese déficit con los estímulos fiscales puestos en marcha
para contrarrestar la crisis, originada "especialmente por la
quiebra de determinadas instituciones en Estados Unidos y Europa".
Zapatero dejó claro que la etapa de gasto público se ha terminado
y calificó de "ambicioso" su plan de reducción del déficit para
situarlo en 2011 en el 6 por ciento del PIB y en 2013 en el 3 por
ciento.
Destacó así la rebaja del 5 por ciento de los salarios públicos
-"no ha sido fácil", reconoció-, la reducción de la inversión en
infraestructuras y la congelación de la revalorización de las
pensiones.
España, añadió, se encuentra también en pleno debate para
reformar las pensiones y retrasar la edad de jubilación, ya que,
aunque el sistema "goza de buena salud", por la evolución
demográfica dentro de diez años ejercerá una fuerte presión sobre
los recursos públicos.
Zapatero recordó también la publicación de los test de
resistencia del 95 por ciento de las entidades financieras
españolas, la mejor prueba, a su juicio, de la solvencia del
sistema, y destacó los avances hacia un gobierno económico europeo
con "una mayor disciplina y exigencia".
A la reunión, celebrada en la residencia del embajador española
ente la ONU, asistieron también los máximos responsables de
Bridgewater Associates, Travelers, Wellington Management Co., KKR y
TIAA Cref.
Fuentes del Ejecutivo destacaron su interés por el sector de las
infraestructuras, momento en el que Zapatero repasó los planes en
marcha y el proyecto de privatización parcial de los aeropuertos.
Dado que muchos de estos fondos tienen también intereses en las
energías renovables, les explicó el proceso de racionalización de
las primas para evitar excesos, en referencia al sector
fotovoltaico.
Los inversores preguntaron asimismo por las inversiones chinas en
deuda española, una apuesta "muy satisfactoria" para Zapatero.
"Beautiful piece of conversation", resumió a su salida George
Soros. EFE
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