Por Martyn Herman
LONDRES (Reuters) - La tenista alemana Angelique Kerber dio la sorpresa el sábado al arrollar a la estrella estadounidense Serena Williams por 6-3 y 6-3 para ganar el torneo de Wimbledon.
La undécima cabeza de serie tomó ventaja de los numerosos errores forzados que cometió la siete veces campeona de Wimbledon, convirtiéndose en la primera tenista alemana en conseguir el título del Grand Slam inglés desde Steffi Graf en 1996.
Williams, que jugaba apenas su cuarto torneo desde que dio a luz en septiembre pasado, intentaba igualar el récord de Margaret Court de 24 títulos de Grand Slam.
La estadounidense también estuvo a punto de transformarse en la primera tenista con hijos en imponerse en Wimbledon desde la australiana Evonne Goolagong en 1980.
La estrella de 36 años, invicta en las canchas de All England Club desde el 2014, pareció irrefrenable en las últimas dos semanas y sólo había perdido un set antes de llegar a su décima final de Wimbledon.
Pero no se había enfrentado hasta ahora a una rival como Kerber, que consiguió dominar hábilmente el primer set porque su férrea defensa produjo demasiados errores de Williams.
La estadounidense perdió el servicio tres veces en el set inicial y aunque intentó recuperarse en el segundo siguió dejando atrás oportunidades hasta que Kerber selló el desenlace del partido en poco tiempo.
La victoria de Kerber, una suerte de ajuste de cuentas tras haber sido derrotada en la final del 2016 por la propia Williams, puso fin a la racha de 20 partidos ganados por la norteamericana en Wimbledon.