Por Andrew Downie
(Reuters) - Un país europeo está listo para ganar la Copa del Mundo por cuarta vez consecutiva este domingo y, al hacerlo, confirmar un dominio sin precedentes para el Viejo Mundo sobre sus una vez poderosos rivales en América del Sur.
Cuando levante la copa en Moscú, tanto si es Francia como si es Croacia, se garantizará un periodo mínimo de 20 años sin victorias para los equipos sudamericanos.
Hay muchas razones posibles detrás de la superioridad de los europeos y algunos incluso recomiendan tener cierta precaución.
Aunque Argentina y Perú resultaron decepcionantes, Brasil superó en juego a Bélgica durante gran parte de su derrota en cuartos de final, tanto Uruguay como Colombia lo hicieron bien hasta que fueron eliminados sin su jugador más importante, y Colombia fue eliminada en una tanda de penaltis que fácilmente podría haber cambiado de rumbo.
"Son siete partidos en un mes, un evento breve; se pueden sacar muchas conclusiones", dijo Andy Roxburgh, miembro del grupo de estudio técnico de la FIFA, a los periodistas en Moscú. "Tienes que mirar con más amplitud en el tiempo para ver si hay una tendencia".
La tendencia, sin embargo, es clara, quedando solo preguntarse sobre las razones.
La razón más obvia es financiera. Los clubes y federaciones europeos más acaudalados tienen más margen para gastar en fichajes, desarrollo y formación.
Aunque los mejores talentos de Sudamérica se agrupan en Europa, donde las condiciones de juego, la seguridad y los salarios son muy superiores a los de casa, una mejor organización significa que los europeos están produciendo más y más buenos jugadores, así como intercambiando jugadores aptos para jugar para más de un país.
Además, casi no hay entrenadores brasileños o uruguayos en Europa y muy pocos argentinos, creando una brecha en lo que respecta a tácticas y estrategia.