Bruselas, 19 dic (EFE).- Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) respaldaron hoy el acuerdo para la creación de un mecanismo de resolución bancaria, que contará con una autoridad a cargo de decidir sobre las quiebras de entidades y con un fondo para hacer frente a los costes de estos procesos.
"Se ha terminado ahora la sesión del Consejo Europeo. Aprobada la unión bancaria, para proteger a los inversores y evitar una nueva crisis. Es un buen paso hacia una Unión Europea más unida", afirmó el primer ministro italiano, Enrico Letta, a través de un mensaje en la red social Twitter al término de la primera sesión del encuentro.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que el acuerdo sobre el mecanismo es "un gran éxito".
El mecanismo de resolución, el conocido como segundo pilar de la unión bancaria, contará con una autoridad a cargo de decidir sobre las quiebras, una responsabilidad que recaerá principalmente en manos de los Estados miembros y en el que las instituciones comunitarias tendrán un papel secundario.
Además, se creará un fondo para costear los procesos de liquidación, que se pondrá en marcha en 2016 pero que no será realmente único hasta 2026, dado que en los primeros diez años contará con compartimentos nacionales que se irán integrando gradualmente.
El fondo contará con 55.000 millones de euros en 2026, de los que España aportará en torno a 8.500 millones de euros, según fuentes comunitarias, es decir, un 15 %.
Los países de la zona del euro, y aquellos que no cuenten con la moneda única pero que quieran participar en la Unión Bancaria, deberán firmar un acuerdo intergubernamental al margen de los tratados europeos para poner en marcha este fondo con compartimentos nacionales, que podrán prestarse entre sí.
Durante la primera década en la que se desarrollará el fondo común, si hay quiebras y el fondo aún no dispone de suficiente dinero habrá que recurrir a un cortafuegos.
Éste consistirá en financiación puente de recursos nacionales, respaldados por las contribuciones la banca, o en créditos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) como hizo España, lo que supondrá también aceptar condiciones.
El cortafuegos será el propio fondo, que además podrá acudir a los mercados y endeudarse con garantías de los Estados.
Merkel recalcó que Alemania "ha dejado claro que en el periodo transitorio habrá que recurrir a fondo nacionales o al MEDE", con un programa similar al concedido a España, con lo que será necesario asumir condiciones a cambio.
Respecto a la toma de decisiones, el Ecofin acordó este miércoles un complejo sistema que contará también con un sistema de emergencia para los casos de quiebras que necesiten ser tratados con urgencia. EFE
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"Se ha terminado ahora la sesión del Consejo Europeo. Aprobada la unión bancaria, para proteger a los inversores y evitar una nueva crisis. Es un buen paso hacia una Unión Europea más unida", afirmó el primer ministro italiano, Enrico Letta, a través de un mensaje en la red social Twitter al término de la primera sesión del encuentro.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que el acuerdo sobre el mecanismo es "un gran éxito".
El mecanismo de resolución, el conocido como segundo pilar de la unión bancaria, contará con una autoridad a cargo de decidir sobre las quiebras, una responsabilidad que recaerá principalmente en manos de los Estados miembros y en el que las instituciones comunitarias tendrán un papel secundario.
Además, se creará un fondo para costear los procesos de liquidación, que se pondrá en marcha en 2016 pero que no será realmente único hasta 2026, dado que en los primeros diez años contará con compartimentos nacionales que se irán integrando gradualmente.
El fondo contará con 55.000 millones de euros en 2026, de los que España aportará en torno a 8.500 millones de euros, según fuentes comunitarias, es decir, un 15 %.
Los países de la zona del euro, y aquellos que no cuenten con la moneda única pero que quieran participar en la Unión Bancaria, deberán firmar un acuerdo intergubernamental al margen de los tratados europeos para poner en marcha este fondo con compartimentos nacionales, que podrán prestarse entre sí.
Durante la primera década en la que se desarrollará el fondo común, si hay quiebras y el fondo aún no dispone de suficiente dinero habrá que recurrir a un cortafuegos.
Éste consistirá en financiación puente de recursos nacionales, respaldados por las contribuciones la banca, o en créditos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) como hizo España, lo que supondrá también aceptar condiciones.
El cortafuegos será el propio fondo, que además podrá acudir a los mercados y endeudarse con garantías de los Estados.
Merkel recalcó que Alemania "ha dejado claro que en el periodo transitorio habrá que recurrir a fondo nacionales o al MEDE", con un programa similar al concedido a España, con lo que será necesario asumir condiciones a cambio.
Respecto a la toma de decisiones, el Ecofin acordó este miércoles un complejo sistema que contará también con un sistema de emergencia para los casos de quiebras que necesiten ser tratados con urgencia. EFE
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