París, 3 may (.).- El grupo aeronáutico europeo Airbus (EPA:AIR) tuvo un beneficio de 466 millones de euros en el primer trimestre, una caída del 62 % que se explica sobre todo por las pocas entregas de aviones comerciales en un contexto de tensiones en su cadena de aprovisionamiento para el objetivo de aumentar las cadencias de producción.
El fabricante aeronáutico presentó este miércoles unos resultados en los que se observa un serio descalabro en su principal división de aviones comerciales, así como en la de defensa y del espacio, y con una fuerte subida en la de helicópteros.
El resultado neto operativo global se hundió un 73 % a 390 millones de euros, de los que únicamente 197 millones corresponden a la división de aviones comerciales (-84 %), 156 millones a helicópteros (+73 %) y 36 a actividades de defensa y espacio (-62 %).
En los tres primeros meses del año, Airbus sólo entregó a sus clientes 127 aviones, cuando en el mismo periodo de 2022 habían sido 142, lo que impactó en los ingresos, que globalmente se redujeron un 2 % hasta 11.763 millones de euros.
El reflejo fue mucho más directo si se observa de forma aislada la división de aviones comerciales, con un recorte de los ingresos del 5 %, hasta 8.110 millones, que se vio atenuado gracias a la revalorización del dólar (la inmensa mayoría de los aviones se venden en la divisa estadounidense) frente al euro.
La otra cara de la moneda fue el negocio de helicópteros, con la entrega de 71 unidades, casi el doble en número que en el primer trimestre de 2022 (39) y un incremento del volumen de negocio del 26 %, hasta 1.598 millones.
En el espacio y la defensa, la facturación cayó un 6 % hasta 2.299 millones. En los tres primeros meses del año se entregó por parte de esa división un avión de transporte militar A400M que se ensambla en la planta de Airbus en Sevilla.
La actividad comercial fue relativamente favorable entre enero y marzo, con la firma de contratos para 156 aviones en cifras brutas y 142 en netas (cuando se descuentan las cancelaciones), frente a los 83 en el mismo periodo del año pasado.
Ello significa que a finales de marzo Airbus tenía 7.254 aviones pendientes de entrega.
En helicópteros, el grupo europeo recibió pedidos para 39 aparatos (comparados con 56) y en la defensa y el espacio se suscribieron encargos por valor de 2.500 millones de euros, bastante menos que los 3.200 millones un año antes.
Pese a los bajos niveles de producción de aviones en el primer trimestre, Airbus mantiene su objetivo de entregar 720 aviones en el conjunto de 2023, después de los 661 de 2022.
En su familia estrella de aeronaves de pasillo único A320, el reto es subir a una cadencia de 65 unidades al mes para finales de 2024 y 75 en 2026.
En su familia de los modelos más pequeños, los A220, se trata de acelerar hasta 14 mensuales a mediados de esta década.
En cuanto a los aviones de doble pasillo, el constructor europeo confía en llegar a 4 unidades del A330 al mes en 2024 y 9 del A350 para finales de 2025.
Airbus ha tenido que rebajar sus expectativas para la versión de carga de este último aparato: su entrada en servicio se ha retrasado ligeramente hasta 2026.