Madrid, 13 feb (.).- La Alianza por la Competitividad de la Industria Española ha pedido a las autoridades europeas mecanismos de apoyo a la inversión ante la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense, que compromete 369.000 millones de dólares en diez años en un programa de acción climática a través de créditos fiscales y ayudas directas.
En un comunicado, la Alianza, que agrupa a las patronales de los grandes sectores industriales del país, ha explicado este lunes que la IRA influirá en las decisiones de inversión de los principales sectores industriales de alta intensidad, "poniendo en riesgo tanto las futuras inversiones en Europa como la continuidad de las cadenas de suministro".
En concreto, dice que la ley IRA influirá de manera fundamental en las inversiones de los principales sectores productivos de alta intensidad energética (siderurgia, metal, química, refino, papel, minerales no metálicos) y en el sector de la automoción.
Además, la Alianza advierte de que se puede generar una dependencia europea sobre materias primas esenciales similar a la que la economía productiva europea ya soporta respecto al gas natural, el petróleo o los minerales críticos.
Por eso, los sectores integrados en la Alianza por la Competitividad reclaman a las autoridades europeas que actúen no sólo para establecer mecanismos de apoyo a la inversión similares en el conjunto de la UE y no sólo en algunos países, sino también para el desarrollo de una política industrial propia, basada en el incentivo y no exclusivamente en la regulación o la penalización.
En España, señala que se debe traducir en una Ley de Industria "con mecanismos potentes", en la que se integren las actividades industriales existentes, junto a las nuevas oportunidades que surjan de la descarbonización, circularidad o digitalización.
Además, la Alianza pide otras reformas para garantizar precios energéticos competitivos, revisar el mercado de derechos de emisión para limitar la afluencia de especuladores que distorsionan el precio, e impulsar la captura, almacenamiento y utilización del CO2 como materia prima.
También reclama apoyar el desarrollo del autoconsumo industrial; garantizar un marco de evolución estable y a largo plazo de tecnologías renovables sustitutivas de los combustibles fósiles (hidrógeno, biometano, gases renovables, ecocombustibles neutros en emisiones), y potenciar la explotación de materias primas y minerales críticos y estratégicos para ciertos sectores.
Además, pide programas de apoyo a la I+D+i en tecnologías para la transición energética y digital, y agilizar los procedimientos técnicos y administrativos para la puesta en marcha de plantas industriales.
En cuanto a los mecanismos para incentivar la inversión, la Alianza reclama flexibilizar el marco europeo de ayudas de estado, pero también homogeneizar en la UE los incentivos a la inversión, pues considera que si se permite que cada estado miembro habilite su propio marco, en los países con mayor deuda y menor capacidad presupuestaria, como es el caso de España, se incrementaría el riesgo de desinversión industrial.
CORREGIR LOS DEFECTOS DE LOS FONDOS NEXT GENERATION
Otra de las peticiones de la Alianza es corregir los defectos en los fondos Next (LON:NXT) Generation, incorporando plazos realistas para la ejecución de inversiones, mejorando la intensidad de los niveles de subvención directa, simplificando los procedimientos de participación y con suficiente dotación europea y nacional.
La Alianza por la Competitividad de la Industria Española está formada por, entre otras, las patronales de fabricantes de automóviles, Anfac; la de petroleras, AOP; la de papeleras, Aspapel; la de químicas, Feique; la de bebidas, FIAB; la de cementeras, Oficemen; la siderúrgica, Unesid, o la de componentes de automoción, Sernauto.