Por Katie Paul
RIAD (Reuters) - Países del Golfo Pérsico intercambiaron críticas el sábado, con pocas señales de que se resuelva la más profunda división en la región en años, cinco días después de que países árabes cortaron relaciones diplomáticas, comerciales y de transporte con el pequeño reino de Qatar.
Líderes extranjeros manifestaron crecientes preocupaciones por la disputa, que enfrenta a Qatar contra Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto. Con el respaldo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusan a Qatar de respaldar a su archienemigo regional, Irán, así como a militantes islamistas.
Kuwait encabeza un esfuerzo regional para mediar, pero los cuatro estados intensificaron la presión el viernes al poner en listas negras por terrorismo a decenas de personas con supuestos vínculos a Qatar.
Un alto funcionario de Emiratos Árabes Unidos llamó "hipócrita" a Qatar y aseguró en una serie de tuits que su financiamiento a militantes han sembrado el caos y la violencia en la región.
"Qatar ha estado montando el tigre del extremismo y el terrorismo. Le cuestan demasiado a la región y al mundo", escribió en Twitter el ministro de Estado para Asuntos Externos de Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash.
"La diplomacia es el único camino hacia adelante. El proceso sólo puede funcionar tras un claro indicio de que Qatar dejará de respaldar y de financiar al extremismo y al terrorismo", agregó.
El ministro de Relaciones Exteriores de Qatar respondió que "no hay claridad" en esas acusaciones, durante una entrevista con la unidad en árabe de RT en Moscú tras salir de una reunión con su homólogo ruso, Sergei Lavrov.
"Qatar es acusada de tener una relación escondida con Irán, pero sus relaciones con Irán son claras, transparentes y probadas en el tiempo", aseguró el jeque Mohammed bin Abdulrahman al-Thani, quien observó que Emiratos Árabes Unidos tiene más vínculos comerciales con Irán que Qatar.
También negó que Qatar respalde al movimiento islamista proscrito Hermanos Musulmanes y al grupo islamista palestino Hamas, que controla la Franja de Gaza.
Mientras los esfuerzos de reconciliación en el Golfo Pérsico parecen haberse estancado, los líderes de Rusia, Turquía, Alemania y Estados Unidos han manifestado crecientes preocupaciones.
Después de que la canciller alemana, Angela Merkel, calificó la situación como "muy preocupante" el viernes, su ministro de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, advirtió el sábado que la disputa podría llevar a una guerra.
El presidente turco, Tayyip Erdogan -que prometió el envío de alimentos y tropas a Qatar ante el bloqueo de sus vecinos- recibió al ministro de Relaciones Exteriores de Baréin y pidió que la disputa sea resuelta hacia el fin del sagrado mes musulmán de Ramadán.
(Reporte adicional de Mostafa Hashem. Editado en español por Patricio Abusleme)