Un brote de E. coli asociado con cebollas frescas ha obligado a las principales cadenas de comida rápida estadounidenses, incluida McDonald's (NYSE:MCD), a retirar este ingrediente de sus menús. El brote, que ha afectado al Medio Oeste y algunos estados del Oeste, ha provocado 49 casos reportados de enfermedad y una muerte. El Departamento de Agricultura de EE. UU. identificó las cebollas como la probable fuente el miércoles por la noche, lo que llevó a la retirada de la Quarter Pounder en una quinta parte de los 14.000 restaurantes de McDonald's en el país.
Este incidente ha puesto de relieve el desafío de garantizar la seguridad de los productos frescos, ya que los expertos señalan que es más difícil mantenerlos libres de contaminación en comparación con la carne de vacuno. Mike Taylor, abogado con experiencia en regulación de seguridad alimentaria y miembro de la junta de STOP Foodborne Illness, enfatizó la complejidad del problema. A diferencia de la carne, que generalmente se cocina, los productos frescos se consumen crudos, y la cocción es un método clave para eliminar los contaminantes.
A pesar de los rigurosos procesos de lavado, desinfección y pruebas comparables a los de la carne, los bajos niveles de contaminación en los productos pueden pasar desapercibidos. Los cultivos al aire libre son particularmente vulnerables a la contaminación por heces de animales silvestres o ganado, que pueden infiltrarse en el suministro de agua. Mansour Samadpour, especialista en seguridad alimentaria y director ejecutivo de IEH Laboratories and Consulting Group, explicó que mientras las retiradas de carne han disminuido significativamente gracias a pruebas mejoradas, las pruebas de productos frescos siguen siendo un desafío debido a la dificultad de detectar bajos niveles de patógenos.
Las cadenas de comida rápida como McDonald's y sus proveedores, como Taylor Farms, son conocidos por sus prácticas seguras y frecuentes pruebas de productos. Sin embargo, incluso con estas precauciones, la cepa de E. coli del reciente brote no fue identificada por las pruebas realizadas dentro del plazo sugerido por los Centers for Disease Control and Prevention.
La Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria de 2011 ordenó a la FDA establecer estándares para la producción y cosecha segura de frutas y verduras, lo que llevó a nuevas regulaciones para los productos agrícolas. Donald Schaffner de la Universidad de Rutgers señaló que las regulaciones a menudo surgen como respuesta a problemas de salud pública.
El ex funcionario de la FDA Taylor sugirió que mejorar la seguridad de los productos depende de que los compradores, como las cadenas de comida rápida, establezcan altos estándares para sus proveedores. Samadpour indicó que, si bien la radiación podría destruir eficazmente los microbios en los productos, no es una solución práctica a la escala requerida y generalmente no es atractiva para los consumidores.
Este brote no es el primero de su tipo; Wendy's enfrentó un problema similar en 2022 con la lechuga, y Taco Bell tuvo un brote vinculado a la lechuga en 2006. McDonald's también lidió con un brote parasitario relacionado con ensaladas en 2018. Estos incidentes subrayan los desafíos continuos para garantizar la seguridad de los productos frescos en la industria alimentaria.
Reuters contribuyó a este artículo.
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