Los inversores de fuera de Japón, responsables del 70% del volumen de negociación de las acciones japonesas, han sido los principales impulsores del reciente descenso de los precios de las acciones desde principios de julio.
Según los expertos financieros de UBS (SIX:UBSG) Global Research en un informe del viernes, después de comprar aproximadamente 2,9 billones de yenes japoneses (equivalentes a 20.000 millones de dólares) en acciones japonesas desde principios de 2024 hasta mediados de julio, estos inversores internacionales cambiaron de estrategia, vendiendo sus acciones de forma masiva en las últimas tres semanas.
Como resultado, se han convertido en vendedores netos, con unas ventas totales de 40.000 millones de yenes japoneses (275 millones de dólares) desde principios de año hasta el 2 de agosto.
Sin embargo, un examen más detallado muestra que estos inversores no han abandonado del todo su perspectiva positiva sobre las acciones japonesas. A pesar de vender más de lo que compran, han mantenido sus inversiones en acciones reales desde el año anterior, lo que indica una perspectiva positiva del mercado a medio plazo.
Más bien, han estado vendiendo más contratos de futuros de los que están comprando, una decisión probablemente influida por su incertidumbre sobre los factores inmediatos que podrían impulsar el mercado, la preocupación por la elevada fluctuación del yen japonés y las incertidumbres económicas mundiales.
Los inversores particulares locales y las empresas japonesas han adoptado una estrategia opuesta durante este periodo de volatilidad. Los inversores locales han comprado más de lo que han vendido, y las empresas japonesas han recomprado sistemáticamente sus propias acciones en grandes cantidades, tal como anunciaron a principios del año fiscal.
"Es cierto que las recientes fluctuaciones del mercado no estaban previstas, y no se puede ignorar que el rápido aumento del valor del yen japonés ha reducido los beneficios potenciales de las acciones japonesas", afirman los expertos financieros.
Una vez que las incertidumbres actuales, como la fluctuación del yen japonés y el ambiente inversor mundial, sean más previsibles, los expertos financieros de UBS Global Research prevén que los inversores internacionales pasarán de mantener su dinero en efectivo a potenciar sus inversiones.
Este cambio podría dar lugar a un aumento constante del valor de las acciones japonesas, sobre todo a medida que la atención se desplace de la disminución del valor del yen japonés a la capacidad de las empresas japonesas para mejorar continuamente sus beneficios y la rentabilidad de sus fondos propios.
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