Ginebra, 28 mar (.).- El banco suizo UBS (SIX:UBSG) reveló este jueves en su informe anual que su consejero delegado, Sergio Ermotti, percibió 14.400 millones de francos (14.700 millones de euros) en salario y primas en 2023, año en que llegó a la dirección de la entidad para capitanear la absorción de Credit Suisse (SIX:CSGN), adquirida por 3.000 millones de francos (3.070 millones de euros).
La cifra por nueve meses de trabajo (fue nombrado pocos días después de la adquisición anunciada el 19 de marzo de 2023) es sensiblemente mayor a la de su predecesor Ralph Hammers, quien obtuvo 12.600 millones de francos (12.900 millones de euros) por todo 2022.
Por otro lado, triplica los emolumentos del presidente del banco Colm Kelleher (4.700 millones de francos, o 4.800 millones de euros, en 2023).
También convierte a Ermotti, quien ya había llevado las riendas de UBS entre 2011 y 2020, en uno de los ejecutivos mejor pagados de Suiza, aunque aún por detrás del consejero delegado de la farmacéutica Novartis (SIX:NOVN), Vas Narasimhan, con ingresos el pasado año superiores a los 16.000 millones de francos suizos (16.300 millones de euros).
El presidente Kelleher destacó en el informe que Ermotti permanecerá al frente de UBS al menos hasta el fin del proceso de integración entre UBS y Credit Suisse, que en principio debería estar concluido en 2025, aunque abrió la puerta a que permanezca después de esta larga operación, que debería concluir con la desaparición de la segunda de estas marcas.
El informe anual de UBS también incluyó una revisión a la baja de los beneficios netos del banco el pasado año: en febrero se habían cifrado en 29.000 millones de francos suizos (29.600 millones de euros), pero se ha corregido la cifra a 27.800 millones de francos (28.400 millones de euros).
También este jueves UBS anunció que en la junta anual de accionistas del 24 de abril se solicitará la creación de un capital convertible de hasta 70 millones de francos suizos (71 millones de euros), mediante la emisión de 700 millones de acciones de 10 céntimos de valor nominal cada una.
Con esta operación se busca facilitar que el gigante bancario suizo cumpla los requisitos para los bancos de importancia sistémica con el fin de que puedan absorber pérdidas sin declararse en quiebra, una cuestión que ha vuelto a la actualidad en Suiza después de la caída el año pasado de Credit Suisse.
Los 700 millones de acciones previstas para ello representarían aproximadamente el 10 % del capital social actual de la UBS.