Río de Janeiro, 10 ene (.).- El presidente del Banco Central brasileño, Gabriel Galípolo, aseguró este viernes que la fuerte depreciación del real frente al dólar y los efectos negativos del clima en los alimentos hicieron con que Brasil cerrara 2024 con la inflación por encima del techo del objetivo propuesto.
Galípolo detalló los motivos que provocaron un aumento de la inflación el año pasado en Brasil en una carta remitida este viernes al ministro de Hacienda, Fernando Haddad, y que es obligatoria para el Banco Central cuando fracasa en su misión de alcanzar la meta de precios que se fija anualmente.
Según los datos oficiales, Brasil terminó 2024 con una inflación del 4,83 %, poco más de dos décimas por encima de la de 2023.
El índice, además, superó el techo de la meta, ya que el Banco Central se había propuesto terminar el año con una inflación del 3,0 %, con un margen de tolerancia de 1,5 puntos, es decir con una tasa máxima del 4,50 %.
El presidente del órgano emisor admitió que la fuerte devaluación del año pasado, cuando el real perdió el 27 % de su valor frente al dólar, terminó afectando los precios.
Dijo igualmente que la histórica sequía sufrida por Brasil el año pasado, la mayor en seis décadas, presionó los precios de los alimentos, principalmente las carnes, cuyo valor aumentó un 20 %.
Según Galípolo, la propia fortaleza de la economía brasileña, que creció cerca del 3,4 % en 2024 según las últimas proyecciones, también tuvo una influencia negativa.
Otros factores citados por el presidente del Banco Central fueron el escenario internacional y las expectativas negativas para la situación fiscal de Brasil, ya que los inversores han manifestado su preocupación con la capacidad del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva de reducir el elevado y preocupante déficit público del país.
El economista dijo en el documento que varios de esos factores pueden seguir presionando la inflación en 2025, para cuando el Banco Central se impuso la meta de mantener la tasa de precios interanual permanentemente en el 3 % (con tasa de tolerancia de 1,5 puntos).
La previsión del propio Banco Central es que, aún sin control, la inflación interanual de Brasil se ubique en el 5,1 % en el tercer trimestre de este año, lo que obligaría a Galípolo a divulgar una nueva carta explicando los motivos para no alcanzar su meta.
Para frenar la inflación, el Banco Central elevó en diciembre pasado la tasa básica de intereses hasta el 12,25 % anual, una de las mayores del mundo en términos reales, y anunció su decisión de volver a aumentarla en un punto porcentual en sus dos próximas reuniones.
La posible tasa de interés del 14,25 % anual a partir de abril ubicaría el costo del dinero en su máximo nivel desde 2015 y 2016, período en que Brasil sufrió dos años seguidos de recesión.