La Habana, 23 ago (EFE).- El Gobierno cubano admitió este martes que existen dificultades para importar harina de trigo, pero aseguró una distribución limitada en las panaderías estatales y la venta en la libreta de racionamiento.
"En los últimos meses (...) se han agudizado las dificultades para la importación de trigo, lo que ha incidido en la disponibilidad de este producto", comunicó el Ministerio de Comercio Interior (Mincin).
El Ministerio alegó que entre las causas están "el recrudecimiento del bloqueo, la actual crisis logística internacional y las limitaciones financieras del país".
Según el Mincin, "el país ha buscado alternativas para asegurar la producción del pan de la Canasta Familiar Normada", en referencia a la libreta de racionamiento vigente desde 1962 a través de la cual el Estado vende productos subsidiados.
En el caso de La Habana, el Gobierno provincial reconoció una reducción en el consumo de harina por atrasos con ese producto y el trigo, además de "los altos precios que tienen hoy en el mercado los servicios marítimos", según cita el diario oficial Granma.
El coordinador del Gobierno habanero, Julio Martínez, afirmó que garantizaban "la canasta familiar normada, la población penal y un nivel para Salud Pública, los niños sin amparo familiar, hogar de ancianos, hospitales siquiátricos y el de la Cadena Cubana del Pan".
"Sin embargo, la situación sí afecta la distribución de pan de consumo social de un grupo de organismos, el de la Gastronomía y de Educación", añadió.
La crisis con la distribución del pan llega en momentos de escasez y desabastecimiento de otros productos básicos y medicinas.
Cuba importa cerca del 70 % de los alimentos que consume con un coste anual superior a los 2.000 millones de dólares, según los datos oficiales.
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