MADRID (Reuters) - El Ibex-35 cerró su segunda sesión del año perdiendo la cota psicológica de los 10.000 puntos en una jornada en la que sufrió un fuerte castigo el sector energético mientras los valores financieros cayeron con fuerza y el selectivo bajó en bloque, con la única excepción de IAG.
Al calor del nuevo mínimo del crudo y con los renovados temores sobre una posible salida de Grecia de la zona euro, Repsol fue el valor más castigado con un descenso del 5,845 por ciento y acumula un descenso de más del 10,2 por ciento en el último mes.
Tras la petrolera, todo el sector financiero registró caídas. CaixaBank, accionista además de Repsol, perdió un 5,2 por ciento, Banco Popular bajó un 4,88 por ciento, Bankinter perdió un 4,78 por ciento y Sabadell un 4,638 por ciento.
Santander se dejó un 4,56 por ciento y BBVA cedió un 4,369 por ciento, mientras que Bankia se vio algo menos perjudicada con un descenso del 3,473 por ciento.
Gas Natural se dejó un 4,57 por ciento mientras que IAG se beneficiaba del descenso del precio del petróleo, que le permite mejorar sus márgenes, y ganó un 1,448 por ciento.
El Ibex bajó un 3,45 por ciento a 9.993 puntos, perdiendo los 10.000 puntos, una cota que no dejaba atrás desde el 15 de diciembre. Se trata de la mayor caída desde el 15 de octubre.
La prima de riesgo superó los 109 puntos, tras haber bajado de 100 puntos por primera vez en años la pasada semana.
Al margen del Ibex-35, la atención la centró en la vuelta al mercado con un desplome superior al 66 por ciento de Carbures después de que el fabricante de estructuras de carbono revisara a la baja sus resultados semestrales.