MADRID (Reuters) - El selectivo de la bolsa española no pudo consolidar al cierre las buenas expectativas de la apertura y profundizó en su crisis cayendo un 0,13 por ciento el lunes, en una jornada con un volumen mermado por el inicio de las vacaciones de Semana Santa.
El Ibex comenzó la sesión optimista, intentando recuperar las pérdidas de la semana pasada, ayudado en parte por un alivio de los temores a una guerra comercial internacional.
Pero a partir de las 1545 horas las ventas comenzaron a arreciar en toda Europa y el Ibex acabó en los 9.381 puntos, un nivel no visto desde principios de febrero de 2017.
Operadores achaban este movimiento a las subidas del euro frente al dólar que pesaban entre los exportadores de toda Europa.
El selectivo ignoró las informaciones macroeconómicas de un déficit del 3,11 por ciento cosechado por España en 2017 o de la subida del rating por parte de la agencia Standard and Poor's.
El mercado ignoró durante toda la jornada la renovada tensión en Cataluña a raíz de la detención del expresidente Carles Puigdemont, que comparecerá el lunes ante la Justicia alemana que evalúa la petición de extradición del Gobierno español.
Indra (MC:IDR) fue el mejor valor de la sesión, con subidas del dos por ciento, seguido de Repsol (MC:REP), que ignoró el descenso del petróleo para apuntarse un 1,3 por ciento.
Red Eléctrica (MC:REE) y Santander (MC:SAN) en torno a un uno por ciento en una jornada en la que el farolillo rojo fue Cellnex (MC:CLNX), que descendió un 2,6 por ciento tras conocerse el viernes un acuerdo entre Atlantia (MI:ATL) y la familia Benetton sobre la participación de Abertis (MC:ABE) en el grupo de torres de comunicaciones.