Madrid, 20 nov (.).- Los mercados de deuda europeos y norteamericanos han registrado una oleada de ventas desde la victoria de Donald Trump en EEUU la semana pasada, ante el temor a que la política económica del nuevo presidente dispare la inflación.
Trump realizó durante la campaña numerosas promesas de aumento del gasto público, una medida que, además de impulsar al alza los precios, elevaría el déficit de una economía que ya se caracteriza por su alto endeudamiento, por lo que los inversores han comenzado a exigir mayores intereses por adquirir deuda estadounidense.
Estas presiones se han trasladado a los países europeos, que se ven obligados a pagar más para conseguir financiación y competir con las emisiones de EEUU.
Así, el rendimiento del bono español a diez años ha subido hasta el 1,63 %, desde el 1,25 % que marcó el 8 de noviembre, el día de los comicios norteamericanos, y se ha situado en máximos desde el 24 de junio, el día posterior al "brexit".
Este repunte ha tenido lugar después de que en agosto el bono nacional cotizase por debajo del 1 %, en las cotas más bajas de su historia.
La deuda estadounidense al mismo plazo ha rebotado hasta unos intereses del 2,35 %, frente al 1,86 % que registró el martes de la semana pasada; mientras que el bono alemán se ha elevado hasta el 0,27 %, desde el 0,19 %.
El impacto ha sido menor en el país germano, ya que cuando hay dudas, el inversor tiende a refugiarse en el Bund, al tiempo que se aleja de la deuda de la periferia europea, lo que "castiga" a España.
Aunque el detonante de esta situación ha sido EEUU, hay otros factores: la inflación en Europa está en su nivel más alto desde hace un año y medio y la tendencia es creciente, por lo que existe el sentimiento de que el BCE podría ir reduciendo gradualmente los estímulos y que subirá tipos antes de lo previsto.
No obstante, los expertos recuerdan que el organismo que preside Mario Draghi mantiene su programa de compras de activos, por lo que el posible impacto de la incertidumbre se ve muy atenuado.
Por ello, el analista de Self Bank Felipe López-Gálvez defiende que la rentabilidad del bono español no llegará al 2 % en el próximo año, aunque sí opina que ha tocado suelo y es improbable que volvamos a ver intereses por debajo del 1 %.
El último sondeo de Bloomberg prevé que el bono español se sitúe en el 1,7 % a finales de 2017, y en el 2,3 % a finales de 2018.
Con respecto al futuro, el mercado ya ha descontado que la Reserva Federal de EEUU subirá los tipos de interés en diciembre, aunque si realizase más ajustes la rentabilidad de la deuda norteamericana subiría, y se produciría un movimiento de capitales desde bonos europeos a bonos estadounidenses.
Además, el calendario político a corto plazo está lleno de citas que podrían contribuir a un aumento de la volatilidad, como el referéndum italiano de diciembre o las elecciones presidenciales francesas, que tendrán lugar en abril del próximo año.
Tras el varapalo que supuso el "brexit", la victoria de fuerzas euroescépticas que pongan en riesgo la unión monetaria podría provocar un nuevo terremoto en el mercado de deuda.