Granada, 26 oct (.).- El rey Felipe VI ha apelado este jueves al liderazgo y a la buena gestión de los empresarios, especialmente de los directivos, ante el "agravamiento de la incertidumbre global" y el nuevo escenario económico internacional, que hace que el papel del sector empresarial cobre aún más relevancia.
Durante su intervención en el acto de clausura del XXII Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), de la que es presidente de honor, el monarca se ha referido al actual escenario económico internacional, caracterizado por un "elevado grado de incertidumbre y de cambio de paradigma económico" con el conflicto en Oriente Próximo y la guerra en Ucrania, para advertir de las consecuencias sobre la economía mundial.
Consecuencias que provocan que las previsiones macroeconómicas de la economía mundial tengan que ser revisadas, ha añadido en la clausura del acto, celebrado en el Palacio de Congresos de Granada, que recientemente acogió la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, ha recordado.
Para el monarca, este "agravamiento de la incertidumbre global" en los últimos tiempos hace que el papel de los empresarios y, en particular de los directivos empresariales, sea, "si cabe, mucho más importante".
De ellos depende la "excelente y responsable gestión de los recursos humanos y materiales de una empresa", y de esta circunstancia dependen a su vez económica y socialmente muchas familias, ha abundado.
El rey ha considerado por ello necesario orientarse hacia un nuevo liderazgo empresarial con el fin de que los empresarios sigan contribuyendo a la generación de empleo, riqueza y bienestar.
Tras confiar en que el encuentro de hoy sirva para ayudar a los empresarios en la toma de decisiones, "no siempre fáciles", Felipe VI ha reflexionado sobre el debilitamiento del orden internacional basado en los principios de apertura y multilateralismo existente desde hace muchos años.
"El proteccionismo, las barreras comerciales y los conflictos económicos se están multiplicando, lo cual puede traducirse en problemas severos para empresas y hogares", ha afirmado el monarca, que ha abogado por responder "trabajando de forma simultánea y equilibrada, reduciendo determinadas dependencias externas y fortaleciendo nuestras capacidades productivas estratégicas, mientras defendemos, al mismo tiempo, una economía global abierta".
Entiende que para ello es necesario, tanto en España como en Europa, una reindustrialización y un aumento de las capacidades productivas, así como reforzar el liderazgo en determinados sectores estratégicos que determinan el empleo y bienestar de los ciudadanos.
Pero mantener la economía abierta requiere ser "estratégicos, capaces e inteligentes" para que la producción se base en tecnologías más sostenibles: "el objetivo final es convertir a la economía española en una economía más competitiva y flexible".
Junto a ello, don Felipe ha abogado por impulsar nuevos modelos organizativos, "más ágiles, flexibles y adaptativos", en lo que será a su juicio clave el liderazgo de los directivos, que tendrán que asumir, "con mayor intensidad que en el pasado, el protagonismo de emprender en ese afán de construir las organizaciones del mañana".
Felipe VI se ha dirigido a los empresarios, en estos momentos de "escenarios desconcertantes", para pedirles que refuercen su confianza y el compromiso de sus equipos con el objetivo de "salir airosos de cualquier reto".
El monarca ha trasladado a los empresarios todo el apoyo institucional, ha defendido la colaboración público-privada y ha reconocido la dedicación del sector: "Todos juntos, con un objetivo común, seremos capaces de superar las incertidumbres y dificultades presentes para lograr las metas".
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