Nueva York, 24 ene (EFE).- Wall Street sufrió hoy una paliza, motivada por la continuación de los problemas en los países emergentes, que se han contagiado a través de diversos caminos a los mercados neoyorquinos.
Arrastradas por el dato de que la producción industrial en China bajó en enero por primera vez en seis meses, la caída de las divisas de países como Argentina, Brasil, Rusia, Indonesia y Sudáfrica de los últimos días continuó hoy afectando a los mercados de casi todo el mundo.
En Nueva York, el Dow Jones sufrió su peor jornada desde mayo, perdió más de 300 puntos y el nivel de los 16.000 puntos, mientras que el S&P también quedó por debajo de la barrera simbólica de los 1.800 enteros.
Las caídas generalizadas de hoy se extendieron por la mayor parte de los valores, y entre las grandes compañías apenas se salvaron únicamente Microsoft y Procter & Gamble por los buenos resultados que anunciaron, respectivamente, tras el cierre de ayer y esta mañana.
Con el retroceso de hoy, el Dow Jones ha perdido un 3,5 % en la semana, por un 2,6 % del S&P 500 y un 1,7 % del Nasdaq.
Según los analistas, los mercados neoyorquinos no han sufrido un pánico vendedor de los inversores tradicionales, sino que los operadores a corto plazo han intentado realizar beneficios gracias al alto precio de las acciones para compensar las pérdidas que puedan sufrir en mercados exteriores.
Sin embargo, no faltan los agoreros que creen que puede haber llegado el detonante de la temida corrección tras el año de récords que Wall Street tuvo durante todo 2013.
De cara a la próxima semana, los mercados van a tener casi toda su atención en la reunión de la Reserva Federal que concluye el miércoles, y cuyo tono sobre el ritmo del recorte del estímulo monetario a la economía nacional podría genera mas ansiedad, o calma, en el análisis de los mercados emergentes.
Las cifras del PIB estadounidense del jueves, junto con otros índices menores que se divulgarán durante toda la semana, arrojarán algo de luz sobre la situación de la economía del país y podrán dar más base a los mercados que la hasta ahora mediocre temporada de resultados trimestrales en las grandes compañías del país. EFE