Ginebra, 1 sep (.).- Un informe elaborado por expertos para el Gobierno de Suiza recomendó este viernes un mayor margen de maniobra al regulador de mercados financieros de Suiza, la FINMA, para prepararse en el caso de que el nuevo gigante bancario nacional en solitario, el UBS (SIX:UBSG), tuviera problemas similares a los que este año llevaron a la caída de su principal rival, Credit Suisse (SIX:CSGN), que adquirió en marzo.
El documento, elaborado por banqueros, académicos y otros especialistas, concluye que la FINMA "necesita instrumentos suplementarios para una vigilancia más eficaz y una intervención más temprana", después de que se viera impotente para frenar la crisis de Credit Suisse tras años de malas gestiones del banco.
Los expertos también recomiendan facilitar las posibles inyecciones de liquidez que las entidades bancarias puedan necesitar en caso de crisis, dada la actual coyuntura, en la que la digitalización de los mercados financieros ha aumentado la posibilidad de este tipo de problemas para la banca.
En resumen, el informe pide a Suiza que examine sus actuales medidas para rescatar bancos sistémicos "too big to fail" (demasiado grandes para caer), reforzando la gestión de crisis.
El informe se publica un día después de que UBS, que adquirió Credit Suisse para salvarlo de la quiebra, confirmara que esta segunda entidad desaparecerá completamente como marca en 2025, por lo que el primero, con un valor de mercado que duplica el PIB suizo, es ahora el único considerado "sistémico" por su tamaño en el país.
Los expertos advierten que en el hipotético caso de que UBS protagonizara una caída similar a la de Credit Suisse, "no sería posible su adquisición por parte de otra firma suiza", como sí se pudo hacer en la crisis que la segunda de esas entidades protagonizó este año.
En el informe se recuerda que Credit Suisse ha sido el primer banco de importancia sistemática mundial que ha estado a punto de quebrar, fruto de "años de escándalos, estrategias erróneas, mala rentabilidad y excesivos cambios de dirección".
La compra del banco por UBS, con apoyo del Estado suizo, "evitó catástrofes mayores y calmó la situación de forma sorprendentemente rápida y durable", analizaron los expertos, señalando que ello contribuyó a la estabilidad financiera internacional.
La buena salud de la banca suiza, añadieron, "es un fundamento esencial para el atractivo del franco suizo (la divisa nacional) y el mantenimiento de su estatus como valor refugio".