Madrid, 2 nov (.).- La alta demanda registrada por los cámpings españoles durante la pandemia, que cerraron el pasado verano con una ocupación media del 80 % según los datos de la Federación Española de Cámpings (FEEC), ha provocado que este tipo de activos se conviertan en una oportunidad atractiva para los inversores.
Según un estudio publicado este martes por la consultora Deloitte, la alta demanda de los cámpings españoles, con un crecimiento medio superior al registrado en el resto de Europa, así como la oferta "limitada y obsoleta", han aumentado el interés inversor.
En este sentido, el impulso de los cámpings tras la pandemia como una alternativa "segura y sostenible" de turismo se suma a los altos márgenes y oportunidades de desarrollo que ofrecen estos activos a los inversores.
Así, en el contexto actual los inversores y operadores buscan tanto oportunidades de reposicionamiento de activos existentes como el desarrollo de conceptos innovadores.
El estudio cifra el crecimiento medio anual experimentado en España entre 2015 y 2019, antes de la pandemia, en un 19 %, por encima de la media europea del 13 %, a pesar de contar con una oferta limitada.
Sin embargo, y pese a que España es el tercer destino europeo en número de pernoctaciones en cámpings, solo cuenta con 1.190 unidades alojativas, gestionadas casi en su totalidad por propietarios y gestores independientes, de los cuales la gran mayoría se concentran en Cataluña (338), Andalucía (147) y Comunidad Valenciana (131).
En este sentido, pese a que la oferta ha crecido más de un 8 %, sigue aún lejos de los principales mercados competidores en este segmento como Francia (7.960), Reino Unido (5.013) o Alemania (3.084).