Madrid, 18 jul (.).- La banca europea es menos rentable y tiene una mayor rivalidad competitiva que la de Estados Unidos, pero está más capitalizada y es más resiliente, según un informe del Instituto Español de Banca y Finanzas publicado este martes.
Aunque la banca pesa mucho más en la estructura financiera de la eurozona que en Estados Unidos, el peso en la economía de los ingresos netos por intereses que obtiene la banca europea solo es un 23 % superior, lo que se debe al elevado margen con el que intermedia la banca norteamericana.
En 2022, el margen de intermediación de la banca de Estados Unidos fue 2,3 veces superior al de la eurozona y este el principal factor que explica su mayor rentabilidad.
La rentabilidad sobre activo (ROA) de la banca estadounidense fue del 1,12 %, lo que multiplica por 2,4 la de la banca de la eurozona, que quedó en el 0,47 %; en el caso de la rentabilidad sobre el capital (ROE) la diferencia es menor, pero aun así es 1,7 veces superior en Estados Unidos que en Europa (11,8 % frente a 6,8 %).
Además de por su elevada rentabilidad, la banca de Estados Unidos también destaca por presentar una menor tasa de morosidad del préstamo y una mayor eficiencia, resume el informe.
Sin embargo, donde destaca la banca europea es en su mayor ratio de solvencia, lo que muestra la importancia de las mayores exigencias regulatorias y su mayor capacidad de resiliencia frente a pérdidas inesperadas.
El mayor coste regulatorio influye en su menor rentabilidad, añade el estudio elaborado por los profesores Joaquín Maudos y Juan Fernández de Guevara.
En cuanto a la eficiencia operativa, la banca europea tiene una mayor ratio al necesitar un mayor coste para generar sus ingresos netos.
Respecto al modelo de negocio, el modelo de la banca europea se basa más en la concesión de créditos para mantener en el balance, mientras que en Estados Unidos es más originar para distribuir, en el que buena parte de los créditos en el balance se titulizan y salen fuera de su perímetro.
La especialización norteamericana en valores (renta fija y variable) es mayor que la europea, en parte por tener que mantener en el balance los tramos más arriesgados de las titulizaciones.
El peso de los depósitos en la banca norteamericana (80 % del balance) es muy superior al europeo (60 %).
Además, la comparación de las estructuras de ambos sectores bancarios muestra una mayor densidad de red en la banca europea (menos habitantes por oficina), con oficinas más pequeñas (menos negocio por oficina y menos empleados) y una menor concentración del mercado en Estados Unidos.