Shanghái (China), 6 ene (EFE).- El índice general de la Bolsa de Shanghái, el principal indicador de los parqués chinos, cerró hoy con ganancias de un 2,25 por ciento (74,13 puntos), en 3.361,84 puntos, con lo que terminó de recuperarse de su desplome de un 6,85 por ciento de anteayer, lunes.
El referencial shanghainés, que inició la jornada ya ganando un 0,32 por ciento, se mantuvo todos los minutos del día en positivo, y sus ganancias se fueron fortaleciendo especialmente durante la sesión vespertina.
En el otro mercado de valores del país, la Bolsa de Shenzhen, el principal indicador local concluyó también el día con ganancias muy similares, de un 2,24 por ciento, en 11.724,88 puntos.
El indicador cantonés vivió una evolución parecida a la de Shanghái, aunque sí llegó a registrar brevemente pérdidas durante varios minutos, en tres ocasiones, durante la mañana, tras lo que también se fortaleció por la tarde y cerró con sólidas ganancias.
A estos buenos resultados parece haber contribuido la inyección de capital de 130.000 millones de yuanes (18.468 millones de euros, 19.840 millones de dólares) que hizo ayer el Banco Popular de China (central) en el sistema financiero nacional, la mayor desde septiembre, para aliviar los problemas de liquidez en su economía.
De esta manera, ambas plazas parecen haberse recuperado de su hundimiento del pasado lunes, cuando Shanghái cayó un 6,85 por ciento y Shenzhen otro 8,16 por ciento, aunque ayer la bolsa shanghainesa perdió ya sólo un 0,26 por ciento, y la cantonesa un 1,36 por ciento.
La jornada de anteayer fue la más breve de su historia hasta la fecha, al entrar en funcionamiento ese día unas nuevas normas por las que, en caso de caídas como que hubo el lunes, superiores al 7 por ciento en el selectivo de firmas de ambos parqués CSI 300, la cotización se suspende automáticamente hasta el día siguiente.
Vistos los resultados de ayer y hoy, parece que el nuevo sistema cumplió con su función de dar tiempo para pensar a los accionistas (casi el 90 por ciento de ellos en China son inversores individuales sin conocimientos financieros, por lo que ambos mercados son muy volátiles), y eso dificultó tener caídas mayores o más continuadas.