Celia Arcos
Madrid, 18 ene (.).- La inteligencia artificial (IA) ha impregnado ya todos los eslabones de la cadena alimentaria, desde que se planta una semilla hasta que un ciudadano consume el fruto de ese cultivo; esta tecnología ha pasado de ser una opción viable para el futuro a una herramienta efectiva y casi ineludible del presente.
Todos los procesos que forman parte de la cadena están inmersos en su adaptación de la mano de nuevas aplicaciones que permiten hacer frente a los retos del sector.
Entre ellos, la fotografía actual del sector deja a la agricultura afectada por el clima, con episodios agudos de sequía y temperaturas extremas, con el ejemplo más reciente de la dana.
Lejos del campo, las empresas de distribución tienen que dar respuesta a nuevas formas de consumo que han traído consigo el auge del "delivery" (envío a domicilio), de la cesta de la compra en línea y otros elementos como las cajas de autopago; mención aparte la falta de personal cualificado en la restauración.
Por eso las empresas el sector está ya manos a la obra; prueba de ello son los datos del Observatorio de Innovación en Gran Consumo (OIGC) del Institut Cerdà que evidencian que el 34 % de las innovaciones en procesos y servicios identificadas por el mismo en 2024 estuvieron vinculadas a la IA.
Según la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc, la IA está "revolucionando" la distribución, hasta el punto de que el 51 % de las compañías reconoce su impacto, mientras que un 43 % ya está trabajando para aprovechar sus oportunidades; además, el 18 % la utiliza en el ámbito comercial y un 22 % valora hacerlo este año.
En el campo: robots y predicción
En el campo "la inteligencia artificial lo va a cambiar todo", ha asegurado a Efeagro el presidente del Foro Datagri, José Luis Miguel, que ha indicado que, aunque su uso todavía es "incipiente", ya hay proyectos pilotos y herramientas comercializándose.
Por ejemplo, muchos agricultores usan en su día a día Resiyou, el programa creado por Bayer (ETR:BAYGN) para predecir la disipación de los residuos fitosanitarios en los cultivos, una herramienta que el propio OIGC ha destacado como una oportunidad de uso de la IA.
Para la directora de la Cátedra de Inteligencia Artificial de la de la Universidad de Córdoba, Rosa Gallardo, la IA puede ayudar a la toma de mejores decisiones basadas en datos y al posicionamiento del sector en los mercados, aunque ha advertido de que se necesita "información adecuada" y "formación".
Narices y almacenes inteligentes en industria y distribución
En la industria, esta tecnología se puede encontrar en proyectos como EasyTaste, puesto en marcha por Acesur, que trata de una "nariz electrónica" que busca distinguir la calidad como hacen los paneles de cata.
En la distribución, las cadenas de 'súper' también se ponen las pilas para implementar la IA, es el caso de Alcampo, que el pasado año abrió un almacén inteligente que puede preparar hasta 70.000 pedidos semanales con 1.000 robots.
El director de Operaciones del almacén, Santiago Nonzioli, ha apuntado que la IA supone "una oportunidad para la precisión desde un punto de vista holístico" y ayuda a "avanzar para lograr pedidos perfectos que satisfagan las expectativas de los clientes".
Según el Observatorio de Innovación, el uso de la IA en la cadena de suministro y la distribución puede, en general, ayudar a mejorar el mantenimiento de los alimentos y en otro aspecto clave: la gestión del desperdicio.
En la mesa, ChatGPT para el menú semanal
La restauración y los hogares son el último eslabón de la cadena, pero no por ello están exentos del uso de la IA.
Por ejemplo, el doctor en física Eneko Axpe propone echar mano de la herramienta ChatGPT para diseñar un menú semanal adaptado a las necesidades de cada consumidor.
"Mi madre, que tenía cero experiencia con la inteligencia artificial, usa hoy en día esa tecnología para crear recetas, por ejemplo, con más proteína, menos azúcar...", ha relatado el autor de "Delicioso Algoritmo", una obra que sirve como guía sobre los usos de la IA en toda la cadena alimentaria.
Según este experto, físico de formación, esta tecnología también se puede utilizar para dar respuesta a uno de los problemas que más preocupa a la restauración: el absentismo y la falta de empleados gracias a aplicaciones encargadas de la gestión del personal.
La IA es un cambio disruptivo que ya ha aterrizado para revolucionar todo, también la cadena alimentaria, que está aprendiendo a pasos agigantados a aprovechar sus potencialidades para responder a sus principales desafíos.