Santiago de Chile, 22 may (.).- La minera chilena SQM firmó un acuerdo a largo plazo con el grupo automovilístico estadounidense Ford (NYSE:F) para el suministro de productos de litio de alta calidad para la fabricación de vehículos eléctricos, según informó este lunes.
"El acuerdo entre Ford y SQM garantizará el suministro de carbonato de litio e hidróxido de litio de grado batería, componentes esenciales para fabricar baterías de vehículos eléctricos de alto rendimiento", dijo en un comunicado la firma chilena.
SQM, que no precisó los detalles del acuerdo, agregó que el pacto debería ayudar a Ford a calificar para el crédito fiscal al consumidor de la Inflation Reduction Act (IRA) en Estados Unidos, además de respaldar sus planes de producción de autos eléctricos.
"El acuerdo permitirá a las dos compañías contribuir a la descabronización del plantea a gran escala", apuntó en el comunicado el vicepresidente ejecutivo de litio, Carlos Díaz.
Chile, el país con más reservas para explotación del mundo, es el segundo productor mundial de litio, por detrás de Australia, pero Argentina le sigue de cerca y podría adelantarlo en los próximos años.
Según un informe del banco estadounidense JP Morgan (NYSE:JPM) de febrero pasado, en 2030 la producción argentina superaría a la chilena.
En 2022, Chile exportó 6.877 millones de dólares de carbonato de litio, lo que supone un aumento del 777 % respecto de 2021, según el Banco Central.
SQM, controlada por la china Tianqi y el yerno del exdictador Augusto Pinochet (1973-1990), Julio Ponce Lerou, y la estadounidense Albemarle son las dos únicas compañías que explotan litio en Chile y lo hacen en Salar de Atacama, que concentra el 90 % de las reservas del país.
El presidente chileno, Gabriel Boric, anunció a finales de abril su esperada política sobre el litio, que busca convertir al Estado en el principal promotor y controlador de la industria a través de un modelo público-privado y una empresa nacional.
Las estatales Codelco -la mayor cuprífera del mundo- y Enami serán las encargadas de poner en marcha la primera fase de la estrategia hasta que empiece a funcionar la empresa nacional del litio, cuya creación tiene que ser aprobada por el Parlamento, donde el Gobierno no tiene mayoría.