Por Laura Sánchez
Investing.com - Ayer domingo entraron en vigor la nueva ronda de aranceles mutuos entre Estados Unidos y China, pero se supone que ambos países mantienen sus planes de retomar las conversaciones comerciales en septiembre. De momento, el mercado mantiene sus dudas y hoy cotiza mixto.
Y es que, como alerta José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets, “con estos mayores aranceles la cadena de transmisión es la misma. China se enfría, esto se traslada a todo el sector industrial a nivel mundial, lentamente esto va contagiando al sector de servicios, lentamente todos nos vamos enfriando camino de la recesión, donde ya han entrado muchos países importantes. Si no se pone fin a esto los demás iremos siguiendo sus pasos”.
La guerra comercial es el riesgo geopolítico número uno para el crecimiento, según los expertos, y la escalada de tensión también ha entrado de lleno en las previsiones de Schroders (LON:SDR), que ha rebajado sus estimaciones de crecimiento mundial. La gestora espera un crecimiento del PIB del 2,6% este año y del 2,4% el siguiente (frente al 2,8% y el 2,6% que preveía anteriormente). “Si se cumplen las previsiones, el crecimiento mundial en 2020 sería similar al de 2008, justo antes de la gran recesión”, advierte Keith Wade, economista jefe de Schroders.
Y lo mismo ocurre en la Zona Euro. “Las previsiones de la eurozona se han rebajado significativamente a medida que la guerra comercial entre EE.UU. y China se ha intensificado. Los recortes de tipos de interés y el retorno de la expansión cuantitativa (QE) ayudarán a la economía, pero es poco probable que detengan la propagación de la debilidad de la industria manufacturera a otras industrias”, apunta Wade.
Este tijeretazo también llega a los emergentes. “La escalada de la guerra comercial no ofrece muchas posibilidades de mejorar las perspectivas de estos mercados. Reducimos las expectativas de crecimiento de las economías BRIC este trimestre y esperamos que la guerra comercial la debilidad de 2020”.
“Se espera que los tipos de interés se reduzcan más y a un ritmo mayor en todo el mundo, pero el paso de la política acomodaticia a un crecimiento más fuerte será largo, ya que los bancos y prestatarios cautelosos se toman su tiempo para responder. Tanto el riesgo geopolítico como la incertidumbre política son elevados y no se verán afectados por un menor coste del crédito”, añade este experto.
En cuanto a Japón, estos analistas señalan que un primer semestre más fuerte de lo esperado impulsa una mejora de las perspectivas de crecimiento para 2019, pero el agravamiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China empeora las perspectivas para 2020.
“Teniendo en cuenta unas perspectivas internacionales más débiles y una mayor apreciación del yen, esperamos que el Banco de Japón adopte medidas de relajación. Esto debería ser una respuesta de política interna para suavizar el golpe de la subida de los impuestos al consumo”, concluyen.