Ángel Gómez
Nueva York, 25 ago (EFE).- Wall Street vivió hoy su propio rebote bursátil, pero, al final, la pelota volvió a caer. Mañana lo intentará de nuevo, para ver si las preocupaciones de China dejan de afectar a un mercado que, de por sí, está trabajando a medio ritmo.
La de hoy es la primera vez desde la crisis desatada a fines de 2008 que los dos principales indicadores del mercado, el Dow Jones y el S&P 500, registran un cambio de tendencia tan pronunciado, ahora hacia abajo.
Las cosas se presentaban bien al comienzo. Los mercados de Europa habían cerrado en positivo, con su propio rebote, aunque los de China y Japón habían registrado fuertes pérdidas.
La luz al final del túnel, anticipada al cierre de la sesión del lunes, parecía llegar. Wall Street llevaba cinco jornadas con pérdidas, y se esperaba que hoy rompiera la mala racha.
Pero no pudo ser. Nadie quería comprar acciones en la última hora de operaciones, el entusiasmo inicial terminó por colapsar, y los precios de las acciones bajaron.
Sólo dos títulos de los treinta que integran el Dow Jones pudieron aguantar hasta al final, y de milagro: Apple (NASDAQ:AAPL) y el grupo Walt Disney (NYSE:DIS), que terminaron con un 0,6 % de ganancia.
Todos los demás bajaron, desde el -5,22 % de la farmacéutica Merck (NYSE:MRK) hasta el leve -0,01 % de la petrolera Exxon Mobil (NYSE:XOM).
Una vez más la culpa la tuvo China, que volvió a tener hoy pérdidas bursátiles. Aunque la exposición de las empresas estadounidenses en el gigante asiático no es relevante, no deja de ser la segunda economía del mundo.
"La economía mundial no es lo suficientemente robusta para hacer frente a esa incertidumbre", declaró a The Wall Street Journal el directivo de la firma de inversiones Kames Capital Scott Jamieson.
De cualquier forma, Wall Street no está operando a plena marcha. Es agosto, y el ritmo solo se recuperará a partir del 8 de septiembre, un día después del festivo del Día del Trabajo.
Ya para entonces se sabrá si las operaciones de agosto han dejado huella, o si el impacto de China comienza a olvidarse.